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Reportaje:

Al colegio sin libros de texto

Un proyecto educativo alfabetiza a 270 escolares de etnia gitana en el municipio sevillano de Dos Hermanas

Lo que más llama la atención al entrar en el colegio Ibarburu de Dos Hermanas (Sevilla) es el poco número de alumnos, que todos sean de etnia gitana y que la edad media de los profesores ronde los 30 años. Los primero se explica porque es el último día de curso y como en muchos otros centros, los escolares se han tomado vacaciones anticipadas. Lo segundo es la consecuencia de un conflicto que viene de años atrás, como relata el director del colegio Raúl Gómez. "Había 600 alumnos y convivían los niños payos y gitanos, esto era una bomba y después de varios enfrentamientos étnicos dentro y fuera del centro, los payos se fueron y se quedaron 270 niños gitanos". Raúl Gómez, que comenzó a trabajar en el colegio como maestro de infantil en 1989, tomó después la dirección y lo primero que hizo al aumentar la plantilla fue fijarse en la edad de los profesores. "No todo el mundo aguanta este ritmo y por eso apostamos por gente joven, gente que ya haya realizado las prácticas antes aquí y que conozca un poco esto, que no se asuste y que no tenga una mentalidad de funcionario". La edad de los profesores del colegio Ibarburu contrasta con la de otros centros. También llama la atención que no haya libros de texto.

Raúl Gómez puso en marcha el curso pasado el proyecto de innovación educativa La alfabetización en niños absentistas de etnia gitana, que ha cumplido su segunda edición. Un proyecto que intenta que los alumnos al salir del centro sepan escribir y leer correctamente y que utiliza para alfabetizar "textos de uso social". "Hay niños que con 14 años no saben ni leer ni escribir, lo que hacemos con este método es que se motiven. Para conseguirlo utilizamos textos de uso social desde los tres años y no trabajamos con libros de texto tradicionales que la mayoría rechaza". Delante de la mesa del director hay varios trabajos de los alumnos: cuentos, cartas, recortes de periódicos, recetas médicas... Todos los trabajos son muy creativos y el último que han realizado, cuadros de Picasso pintados por los escolares, ha sido expuesto en el Ayuntamiento de Sevilla. "Este método tiene su origen en las zonas marginales de Hispanoamérica. Abandonamos, salvo excepciones, los libros de texto porque hemos visto que el nivel es muy alto y los alumnos lo rechazan, pierden interés y dejan de venir al colegio", cuenta el director. Para Raúl Gómez este proyecto "muy ambicioso" ha sido un éxito y los escolares han aprendido a escribir y a leer con textos de periódicos, autobiografías de famosos. "Han conseguido un nivel mucho mejor que con el método tradicional y han terminado amando el lenguaje escrito. Consiguen interpretar y producir cualquier tipo de texto. Al final esto es lo que más les va a servir en la vida porque la mayoría abandonan los estudios en el primer curso de instituto".

El director del centro cuenta que aparte de alfabetizar a los niños, el colegio, situado en una de las zonas más marginales de Dos Hermanas, se ha convertido en una especie de ONG. "Les damos de desayunar, el comedor es gratuito, compramos juguetes... aunque lo más importante es ganarte el apoyo de la familia que no participa en la vida académica pero que te echa una mano con el niño si has conseguido su efecto". Uno de los principales problemas del colegio es el absentismo que cuenta con el respaldo muchas veces de los propios padres de los alumnos que no creen en el sistema educativo. "No hay que olvidar que es un pueblo nómada y que llevan más de 600 años viviendo al margen de la sociedad", explica Gómez.

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