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Duran propone a Mas como presidente de CiU para frenar la fusión de Unió y Convergència

El líder democristiano plantea que Jordi Pujol sea nombrado presidente fundador

Josep Antoni Duran Lleida dio ayer el plácet para que Artur Mas presida a partir de finales de año la federación de Convergència i Unió (CiU) en sustitución de Jordi Pujol, que pasaría a ser presidente fundador. Con esta maniobra, esperada ya desde que los nacionalistas perdieron el Gobierno catalán, Duran pretende frenar las continuas presiones que recibe desde Convergència para que ambos partidos acaben fusionándose. Este nombramiento resolvería el encaje de Mas en la federación, ya que en la actualidad no ocupa ningún cargo, mientras que Duran es el secretario general.

En otoño, seguramente en noviembre, Unió y Convergència deben celebrar una conferencia nacional para convertirse en una única formación política, según estipula el pacto de federación.Pero los dos partidos interpretan de forma distinta este precepto. Mientras que los democristianos consideran que CiU ya actúa de hecho como un solo partido, los convergentes plantean un proceso gradual de fusión.

Duran y la cúpula democristiana rechazan de plano la propuesta de sus socios, ya que la ven como un intento de absorción por un partido con menos historia que Unió Democràtica (UDC), fundado en los años treinta del pasado siglo. Pero sobre todo los democristianos no quieren quedar hipotecados por si en el futuro desean desligarse de Convergència (CDC).

El anuncio de ayer de Duran, a favor de que Mas presida la federación nacionalista, no es ajeno a los mensajes que le llegan últimamente desde la calle de Còrsega de Barcelona, donde se encuentra la sede de CDC. A las puertas de un congreso, que Convergència celebrará el segundo fin de semana de julio, las juventudes del partido y numerosos militantes han presentado enmiendas a la ponencia de organización en las que reclaman la fusión con Unió o, por el contrario, la ruptura total. Enmiendas que la dirección de CDC está dispuesta a frenar en el congreso, pero que resumen una opinión generalizada en las bases convergentes.

El líder democristiano, consciente de esta situación, ha advertido recientemente de que los congresos de Unió y de Convergència no deben aprovecharse para redefinir sus relaciones orgánicas. Ayer, Duran precisó que ambas formaciones han de "reforzar su cohesión interna" porque "cualquier grieta afectaría a la fortaleza política del catalanismo". Una lectura dirigida a fortalecer a CiU ante su constante declive electoral y poder recuperar el Gobierno catalán en 2007, pero en ningún caso referida a una hipotética fusión.

De este modo, ayer Duran Lleida propuso que Artur Mas sea nombrado presidente de la federación nacionalista ya que, recordó, es el candidato a la presidencia de la Generalitat y, paradójicamente, no ocupa ningún cargo orgánico en CiU. Duran Lleida es el secretario general de la federación y, por tanto, tendría menor rango que Mas.

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Jordi Pujol, por su parte, sería el presidente fundador de CiU y continuará, a partir del congreso de julio, como presidente de Convergència Democràtica.

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