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Reportaje:OFERTAS DE EMPLEO

Los teleoperadores se levantan

Patronal y sindicatos rompen las negociaciones del convenio colectivo, que afecta a unos 50.000 trabajadores

Amaya Iríbar

El sector de telemárketing está revuelto. Rotas las negociaciones del tercer convenio colectivo, los trabajadores han iniciado paros "hartos de la situación". Estas empresas emplean a unos 50.000 trabajadores, mujeres y jóvenes en buena parte. El 82% tiene un contrato temporal y, según los sindicatos, los sueldos raramente superan los 750 euros mensuales.

Sólo el 18% de los empleados de 'telemárketing' tiene contrato fijo. Su sueldo ronda en el mejor de los casos los 11.000 euros
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"Bienvenido al servicio de banca telefónica, ¿en qué puedo ayudarle?". Detrás de esa frase hay un trabajador que probablemente no forma parte de la plantilla del banco, sino de una empresa de telemárketing, un mercado que en 2002 facturó 736,22 millones de euros. Probablemente tampoco tendrá un contrato fijo, pues sólo lo tiene el 18% de los 45.962 empleados del sector, según el último informe de la Asociación de Empresas de Telemárketing (AEMT-FECEMD), con datos correspondientes al año 2002. Y su sueldo rondará en el mejor de los casos los 11.000 euros brutos anuales. Sin contar comisiones.

Asun es una de esas privilegiadas, aunque asegura que nunca ha cobrado comisiones. Lleva 11 años en Sitel, una de las grandes compañías del sector, y logró un contrato fijo en 2001. Ha contestado el teléfono en nombre de Endesa, Planeta, Gas Natural y otras compañías.

Lo normal en esta actividad, que es relativamente reciente y vivió un boom en los años noventa, es que el contrato de trabajo esté ligado a una campaña concreta, coinciden las fuentes consultadas. Las empresas clientes suelen sacar a concurso sus servicios de atención al cliente por un periodo de uno o dos años o una campaña de venta telefónica concreta. Cuando acaba la campaña o se convoca un nuevo concurso, el trabajador es despedido, y aunque vuelva a ser contratado para otra similar, pierde la antigüedad.

En el sector proliferan los contratos temporales, que, según la patronal, se ajustan a la realidad del mercado, a tiempo parcial (63% de los empleados) y por obra y servicio. "Éste no es un sector precario", subraya José Luis Ramos, gerente de AEMT-FECEMD, que agrupa a 22 empresas del sector, entre ellas las más grandes, y supone entre un 90% y un 95% de la facturación del mercado.

La teleoperadora del ejemplo tiene dedicación completa. Trabaja 39 horas semanales con un horario distinto cada semana, aunque, según la asociación de empresas, la jornada media está entre 30 y 35 horas semanales. Una semana su turno puede ser de nueve de la mañana a cuatro de la tarde, de lunes a viernes, y la siguiente mantener ese horario el lunes y el martes, salir una hora antes el miércoles, el jueves y el viernes, y contestar al teléfono entre las dos de la tarde y las ocho de la noche el domingo. Dos fines de semana al mes incluidos.

Mujeres y estudiantes

Con dos niños pequeños, Asun asegura que el sueldo se le va en canguros. La mayoría de sus compañeros son mujeres y estudiantes, dice, aunque en los últimos tiempos advierte mayor presencia de hombres mayores de 45 años.

El sector se caracteriza por una alta rotación, que en las épocas de buena marcha económica ha llegado a estar entre el 30% y el 40%, asegura el último informe de la patronal. Esto implica renovar prácticamente por completo la plantilla de la empresa en dos años. La cifra se ha reducido en los últimos años hasta el 18,72%.

La empleada de Sitel es delegada sindical y como tal ha secundado los paros parciales convocados los pasados 14, 17 y 20 -de una hora- y 27 y 28 de mayo -dos horas- por los sindicatos CC OO, UGT, CGT y CIG. Los sindicatos critican la precariedad laboral y la excesiva carga de trabajo, piden mayor estabilidad en el empleo y no están dispuestos a aceptar la subida salarial del 2,6% propuesta por la patronal. "Estamos hablando de un trabajo que cada vez es más cualificado y que está ligado a áreas sensibles de la empresa", concluye Raúl Olmos, del sindicato CC OO, la central con una representación más numerosa.

La negociación del convenio colectivo, que sería el tercero del sector, está rota. Las empresas aseguran que el mercado atraviesa un momento crítico. "El último convenio elevó los costes laborales un 34% en tres años", asegura el gerente de AEMT-FECEMD, "y los clientes [la mayoría de las empresas subcontrata estos servicios] no han asumido esa subida". Esta situación ha repercutido en la cuenta de resultados de 2003, continúa este portavoz, cuando en conjunto el beneficio de todas las empresas de telemárketing no superó el 1% de la facturación. Es un problema de márgenes y de supervivencia, concluye. Los ingresos aumentaron en 2002 un 11,5% con respecto al año anterior.

El sector se enfrenta a otros retos, siempre según la patronal. Como la competencia de consultoras que no están sujetas al convenio y donde no hay presencia sindical. O la temida deslocalización. Algunas empresas, como Uni2, Vodafone España, Wanadoo o Tiscali, han decidido atender a algunos de sus clientes desde Argentina, donde los costes laborales son menores. "Trasladar los servicios de voz es mucho más sencillo que mover una fábrica", concluye Ramos.

El conflicto está en punto muerto. No hay ninguna reunión prevista entre patronal y sindicatos para los próximos días. Lo que sí hay es una convocatoria de huelga para el próximo miércoles.

Una empleada de un centro de atención telefónica, en una imagen de archivo.
Una empleada de un centro de atención telefónica, en una imagen de archivo.SUSANA SAEZ

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Sobre la firma

Amaya Iríbar
Redactora jefa de Fin de Semana desde 2017. Antes estuvo al frente de la sección de Deportes y fue redactora de Sociedad y de Negocios. Está especializada en gimnasia y ha cubierto para EL PAÍS dos Juegos Olímpicos y varios europeos y mundiales de atletismo. Es licenciada en Ciencias Políticas y tiene el Máster de periodismo de EL PAÍS.

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