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La producción legislativa de las Cortes se sitúa en mínimos históricos aprobadas

En 10 meses se han debatido 2 iniciativas además de las de Presupuestos y Acompañamiento

El compromiso que el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, formuló en su discurso de investidura -dinamizar las Cortes Valencianas- no se ha cumplido en el inicio de esta sexta legislatura. Con sólo cuatro leyes aprobadas, la producción legislativa iguala la registrada en el primer año de la tercera legislatura, que era hasta ahora la de menor actividad. El primer año se cerrará a finales de junio con siete leyes aprobadas y menor producción que otras legislaturas. La crisis interna del PP y las convocatorias electorales han afectado a la actividad parlamentaria.

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Entre la decepción y la esperanza

La producción legislativa de las Cortes Valencianas desde el inicio de la sexta legislatura, en el verano del pasado año, se limita hasta hoy a la ley de creación del Colegio Oficial de Educadoras y Educadores de la Comunidad Valenciana, aprobada en noviembre de 2003, la de Presupuestos de la Generalitat para 2004 y la de Acompañamiento -ambas tramitadas en diciembre-, y la de ayudas a las víctimas del terrorismo, que vio la luz el pasado miércoles. Dos leyes obligadas -Presupuestos y Acompañamiento-, una a iniciativa de parte -la del citado colegio profesional- y la última, también instada por los afectados y pactada por todos los grupos. Los proyectos legislativos por iniciativa del Consell son escasos. No obstante, hasta que acabe el actual periodo de sesiones, a finales de junio, verán la luz otras tres leyes, éstas sí, impulsadas por el Gobierno que preside Francisco Camps: la del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo, que será aprobada en el pleno de esta semana, adelantado a las jornadas del lunes y el martes con motivo de la final de la copa de la UEFA que el Valencia CF jugará el miércoles en Goteborg, y las de Ordenación y Fomento de la Calidad de la Edificación y de Ordenación del Territorio y Protección del Paisaje, que serán refrendadas en el único pleno que, aparte del de la semana entrante, se celebrará antes de las vacaciones parlamentarias del verano, a finales de junio.

Un pobre bagaje legislativo, únicamente comparable al del primer año de la tercera legislatura (1991-1995), que se cerró con sólo seis leyes aprobadas. Muy lejos, por tanto, del récord de la primera legislatura de las Cortes Valencianas (1983-1987), que en sus primeros 12 meses de funcionamiento sancionaron 13 leyes. En esta clasificación figuran a continuación, con 12 leyes aprobadas en el primer año, las legislaturas cuarta (1995-1999) y quinta (1999-2003), mientras que en los primeros 12 meses de la segunda (1987-1991) fueron aprobadas 10 leyes. Los otros dos proyectos legislativos que han entrado este año en la Cámara -el de modificación de la Ley de Patrimonio Cultural y el de la Vivienda- tendrán que esperar hasta después del verano para ser publicados en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV). En la primera legislatura fueron aprobadas 49 leyes, en la segunda fueron refrendadas 39, en la tercera vieron la luz otras 33, en la cuarta, 38 y en la quinta, sólo 29 -y eso que entre ellas figuran nueve para la creación de otros tantos colegios profesionales-. En las tres primeras gobernaban los socialistas y, desde 1995, los populares.

El balance del último año revela que el ritmo de trabajo de las Cortes ha bajado, a pesar de que los grupos de la oposición han tramitado casi 3.500 iniciativas en este tiempo (más de 2.500 del PSPV y cerca de 900 de EU-L'Entesa). Los motivos son varios. Por una parte, porque la actividad del Parlamento se ve afectada siempre que hay elecciones, puesto que durante las campañas electorales prácticamente se paraliza. Y desde que se inició esta sexta legislatura, tras los comicios autonómicos de mayo de 2003, ha habido elecciones en Cataluña, en otoño, además de las generales de marzo pasado y las europeas convocadas para el próximo 13 de junio. Cada periodo electoral supone un parón de, al menos, dos semanas, las que dura la campaña oficial.

Pero hay otro factor que ha influido en la baja producción de las Cortes en este primer año: la crisis interna vivida por el PP valenciano en los últimos meses, que ha condicionado el trabajo. Las diferencias entre zaplanistas y campistas han afectado a la actividad de la Cámara, entre otras cosas, porque en más de una ocasión las sesiones plenarias se han organizado en función de las reuniones de partido.

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Así sucedió cuando hace unas semanas el secretario general del PP, Mariano Rajoy, vino a Valencia para escenificar el cierre de la crisis desatada por el relevo de Eduardo Zaplana como presidente de los populares valencianos y su sustitución por Francisco Camps. La sesión vespertina del pleno de ese día no se inició hasta bien entrada la tarde porque la Mesa estaba coja: tanto el presidente de la Cámara, Julio de España, como la vicepresidenta y el secretario populares, Maira Barrieras y Juan Manuel Cabot, respectivamente, así como el portavoz del grupo, Serafín Castellanos, pasando por numerosos diputados, además de varios miembros del Consell, asistieron a la reunión del PP y llegaron tarde. A la hora de comenzar el pleno, en el hemiciclo prácticamente sólo estaba la oposición.

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