El euro pierde un 1,6% en la semana y marca un nuevo mínimo anual
El euro cotizó ayer por debajo de 1,18 dólares y marcó un mínimo anual en los 1,1794 dólares a primera hora de la tarde, frente a los 1,1921 dólares de la apertura y los 1,1885 dólares en los que el Banco Central Europeo (BCE) fijó ayer su cambio oficial. Ha sido una mala semana para el euro, que ha perdido en estas cinco sesiones el 1,6% de su valor. La moneda europea vuelve a los niveles de noviembre del pasado año.
Ayer, esta caída del euro respondió al dato de los pedidos de bienes duraderos en Estados Unidos que aumentaron en marzo un 3,4%, porcentaje claramente superior al esperado por los economistas. Los despachos de bienes duraderos también subieron en marzo, con un aumento del 3,2% que fue el más grande en dos años. Los pedidos de bienes de transporte, que son los más caros por unidad, aumentaron un 3,6%, y los pedidos de bienes primarios crecieron un 7,2%.
Además de este empuje de la demanda que indica un buen pulso para el consumo estadounidense, en la relación entre el dólar y el euro han pesado las declaraciones realizadas esta semana por Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal (Fed), en el sentido de que el ciclo de tipos bajos se había terminado. Actualmente, los tipos de interés en Estados Unidos se sitúan en el 1%, mientras en la zona euro están en el 2%.
Subida de tipos
La subida de tipos en la economía de EE UU persigue evitar tensiones inflacionistas que están provocadas por un encarecimiento de las materias primas, principalmente el petróleo. Los buenos pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el crecimiento de Estados Unidos refuerzan la tesis de Greenspan de que ya no preocupa la deflación (caída de los precios), sino que ahora la inquietud es controlar que suban de forma moderada.
El fuerte déficit de financiación de la economía estadounidense también se vería favorecido por unos tipos de interés más elevados y un dólar más fuerte, variables ambas que hacen más atractiva la inversión en dólares.
Los analistas consideran que el euro continuará depreciándose y colocan su cotización de las próximas semanas en 1,16 dólares. En este entorno, el BCE también debe mover ficha sobre los tipos europeos.
