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Un informe detalla fallos de seguridad en la planta de residuos almeriense

La planta de clasificación y compostaje de residuos sólidos urbanos de Almería, que debía haber entrado en funcionamiento a principios de abril, presenta anomalías y defectos que repercuten en la seguridad. El cúmulo de averías registradas, aun antes de su puesta en marcha, hace necesaria una inversión de unos 30.000 euros para su funcionamiento.

La planta, con un coste de 12 millones de euros, sufragados con fondos europeos (7,2) y de la Consejería de Medio Ambiente (4,8), fue recepcionada por el anterior equipo de gobierno en el Ayuntamiento de Almería (PSOE-IU) en 2003.

"La planta no está funcionando porque no puede", dijo claramente el concejal de Mantenimiento del Ayuntamiento, Esteban Rodríguez. "Nadie quiere saber nada, pero todo el mundo sabe que la planta no ha funcionado ningún día todavía y que tiene muchos defectos que corregir", apuntó el concejal en alusión a la empresa constructora, Egmasa, a los proveedores y a cuantos participaron del proyecto y construcción de la planta que lleva paralizada más de un año.

Defectos

Entre las anomalías más graves resalta la del puente grúa que ha deslizarse por encima de las tolvas para recoger el desecho. El proyecto inicial preveía un puente grúa de ocho toneladas de fuerza pero, sin embargo, el instalado es de tan sólo seis. "Éste no alimenta a la cadena porque los tiempos son mayores y no genera suficiente residuo, tampoco llega al fondo de las tolvas y deja residuos en los fondos. Además, se le caen los desperdicios al pulpo en parte del trayecto", explicó el concejal.

Al "grave" problema de pérdida de material en los puntos de descarga se une la "falta de luz" en las cabinas de selección y preselección, así como la falta de una mesa vibradora para la selección de residuos.

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Los informes realizados por la empresa concesionaria del servicio, Ferroser, desvelan también otro problema de explotación por la ausencia de tres pasos en las cintas de desplazamiento y cuya implantación supondrá una inversión de 157.000 euros.

Igualmente, los informes detallan que, de las 16 escaleras que existen para ir de un nivel a otro en una misma planta, nueve no cumplen con la normativa de seguridad. "Aparte de la inseguridad en la que el trabajador puede moverse, cualquier inspección de Trabajo puede imposibilitar la apertura de la planta", señaló Esteban Rodríguez.

El Ayuntamiento de Almería ya ha remitido a la Consejería de Medio Ambiente los informes realizados por la empresa explotadora de la planta. "Espero buena voluntad por parte de la Junta. Pero que dejen de vender la moto de que es la mejor planta posible. Lo ideal es que diseñe y construya la planta quien después la va a explotar. Ya se cuidará él muy mucho de construir una planta en condiciones".

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