ISMAEL NOGALES GUERRERO/ Flechazo en la discoteca
Ismael, esposo y padre recién estrenado, de 31 años, trabajaba en el almacén de una papelería. Su vida tenía dos pasiones, Mari Carmen, la chica de la que se enamoró cuando tenía 19 años, y Lucía, su niña, que nació el pasado 5 de noviembre.
"Para mí fue un flechazo", cuenta Mari Carmen sobre la primera vez que lo vio. Se conocieron en la discoteca Titanic, la que ahora se llama Kapital, entre un grupo de amigos. Ismael, sin embargo, tardó un poco más en decidirse. "A veces, cuando nos encontrábamos en la calle, se le olvidaba mi nombre y me decía cariñosamente Jinchi para tratar de aparentar". Al final, Ismael también cayó y los dos le anunciaron a sus amigos que eran novios. Nueve años despues, decideron casarse. El reverso de la foto que aparece en esta página tiene una dedicatoria de Ismael para Mari Carmen: "Me has enseñado lo que es el amor".
Lucía, que duerme en una cuna al lado de la cama de sus padres, era su otra adoración. "Cuando nació estuvo en el parto, quería estar con ella desde el principio y verle asomar su cabecita", relata la esposa. Le ilusionaba que su hija aprendiera a cantar coplas, su música favorita. "Cuando las cante se me pondrán los pelos de punta", le decía a Mari Carmen y a su familia.
La última mañana que pasaron juntos, Mari Carmen salió de casa una hora antes. Su esposo solía hacerlo alrededor de las 7.15. Dejaban a Lucía bajo el cuidado de la madre de Ismael. Mientras él esperaba el tren, llamó a Mari Carmen para charlar y ver cómo estaba. Ella no podía hablar, ya estaba ocupada en su trabajo. "Hablamos hoy por la noche", le dijo ella antes de despedirse. Nunca llegó. "Por su hija hacía de todo, no sé cómo le explicaré a Lucía lo que pasó cuando sea más grande", se lamenta Mari Carmen.-
