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Los abortos aumentan un 10,4% en España mientras los nacimientos crecen el 2,5%

En 2002 se interrumpieron 77.125 embarazos, el 15,6% del total de gestaciones

Los abortos aumentan a un ritmo cuatro veces superior al de los nacimientos. Entre 2001 y 2002, las interrupciones voluntarias crecieron un 10,4%, hasta alcanzar las 77.125. En ese periodo los nacimientos subieron el 2,5% (416.518 en 2002). Así lo revela la comparación de los datos oficiales. Al estudiar la evolución del último lustro, se observa que las interrupciones han crecido el 55,6%, y los nacimientos, el 12,9%. Del análisis se desprende que los embarazos que acaban en aborto aumentan hasta el 15,6%. Los expertos lo atribuyen a la escasa formación y al difícil acceso a los anticonceptivos.

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En 2002, se realizaron 77.125 interrupciones voluntarias del embarazo en los 124 centros autorizados en España, según los nuevos datos del Ministerio de Sanidad. La cifra supera en un 10,4% a la registrada el año anterior y supone el mayor aumento de los últimos años. La estadística oficial revela que desde 1997 el ritmo de crecimiento de los abortos se ha acelerado por encima del 8,5% anual. En los últimos cinco años las interrupciones han aumentado el 55,6% (ver gráfico).

La comparación de las cifras de aborto con las de nacimientos (del Instituto Nacional de Estadística) revela que las interrupciones han crecido a un ritmo cuatro veces superior al de los nacimientos. Entre 2001 y 2002 los partos aumentaron un 2,5% y en el último lustro, el 12,9%. "Si se cotejan las dos cuestiones a la vez, a pesar de que las cifras de nacimientos de 2002 son aún provisionales, se observa que el aborto ha tenido un gran incremento", explica Margarita Delgado, demógrafa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas especializada en cuestiones de fecundidad.

- En la media europea. Dado que el Ministerio de Sanidad aún no ha difundido los datos pormenorizados de 2002, Delgado sólo se refiere a las causas generales del aumento del aborto, entre ellas la falta de protección anticonceptiva debida a la escasa percepción del riesgo de embarazo. A su juicio, "falta educación" sobre este tipo de cuestiones. Sin embargo, la experta asegura que, pese al alza, la situación de España "no es llamativa" si se compara con el panorama de otros países europeos. "Estamos en una posición media, pero eso no quiere decir que la cuestión no deba preocupar", añade la experta.

- Mala educación y dificultades. El presidente de la Federación Estatal de Planificación Familiar, Guillermo González, cree que el aumento de las interrupciones se debe a la "mala educación sexual" y a "las dificultades de acceso a los métodos de anticoncepción regular", especialmente a la píldora del día siguiente. "Se han creado muchos obstáculos, excepto en comunidades como Extremadura o Andalucía donde ese tratamiento incluso recibe financiación pública".

A juicio de González, sería conveniente que la sanidad pública, "que sólo cubre algunos anticonceptivos, en general antiguos", prescribiera y financiara también otros más novedosos. Añade que es necesario mejorar la atención en los ambulatorios a las mujeres que acuden en busca de anticonceptivos, especialmente las más jóvenes.

- Aumento de población. El peso del aumento de la población (entre 1997 y 2002 España ganó unos tres millones de residentes), debido sobre todo a los inmigrantes, sólo se puede medir de forma fehaciente en el caso de los nacimientos. Según el INE,uno de cada 10 bebés de 2002 eran hijos de madre extranjera. En 1997 suponían el 3,8%.

En el caso de las interrupciones del embarazo, se carece de datos oficiales sobre el papel de las mujeres inmigrantes. El Ministerio de Sanidad no incluye ninguna pregunta sobre nacionalidad en los formularios que se deben rellenar en cada intervención. "Sería deseable que lo hiciera, porque eso permitiría estudiar mejor la situación", apunta Delgado. A falta de cifras globales sobre el aborto de extranjeras en España, un estudio de la clínica Dator sobre de las intervenciones practicadas en ella ha señalado que las interrupciones entre las mujeres extranjeras aumentan a mayor ritmo que entre las españolas. En esta clínica madrileña, que en 2002 realizó 7.775 abortos (algo más del 10% del total de España), el 40% de las pacientes eran extranjeras (ver EL PAÍS del pasado 11 de julio). "A pesar de la falta de datos oficiales, parece lógico pensar que la inmigración tenga cierto peso. Si las españolas tienen dificultades para acceder a los anticonceptivos, es previsible que las extranjeras aún tengan más", apunta Guillermo González.

- Más gestaciones interrumpidas. La proporción de embarazos que acaban en aborto también ha ido en ascenso. En 2002, el 15,6% de las gestaciones fueron interrumpidas mediante intervención en clínica. Esta cifra se obtiene al poner en relación el número de interrupciones voluntarias con el total de gestaciones. Esta última se obtiene al sumar los nacimientos de (416.518), los abortos y las muertes fetales tardías (aún no se conocen, pero suelen rondar las 1.500 anuales). En 2001, la proporción de embarazos abortados fue del 14,7%.

- Riesgo materno. De las 77.125 mujeres que decidieron interrumpir su embarazo en 2002, la gran mayoría, el 96,8%, adujo riesgo para la salud materna, según Sanidad. Este motivo, uno de los tres permitidos por la ley, siempre ha sido el más frecuente. El 3,03% planteó peligro para el feto y el 0,03%, violación.

- Clínicas privadas. Como es habitual, también en 2002 la inmensa mayoría de las mujeres acudió a un centro privado para interrumpir la gestación (el 97,53%). Sólo el 2,47% obtuvo la intervención en uno público.

- Sin centros públicos. Cuatro comunidades autónomas (Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Murcia) carecen de centros públicos donde realizar la interrupción del embarazo. A ellos se suma Navarra, la única donde no existe ningún lugar para abortar, ni privado ni público. Sus residentes deben viajar fuera. Se contabilizan debido a que las clínicas recaban datos sobre el lugar de residencia. Cantabria y La Rioja son las únicas comunidades que sólo disponen de aborto en centros públicos.

- Mayor incidencia en las jóvenes. A tenor de los datos facilitados por Sanidad, la incidencia del aborto, que aumenta en todos los tramos de edad, es mayor entre las mujeres de 20 a 24 años (14,37 interrupciones por cada 1.000 mujeres de esa edad). A continuación se sitúa el grupo de 25 a 29 años (10,72 abortos por cada millar de mujeres) y el de las menores de 20 (9,28 por 1.000). Entre las mujeres de 30 a 34 años esa tasa desciende a 8,1. Para el grupo entre 35 y 39 es de 5,84 y entre las mujeres a partir de 40 años baja al 2,72. El Ministerio no ha facilitado el total de abortos por cada grupo de edad en 2002. En cambio, si ha informado de que el 62,7% de las intervenciones se realizó en las primeras ocho semanas y el 26,5% entre las ocho y las doce.

- Baleares, en cabeza. Respecto a la situación territorial, las cifras oficiales se limitan a tasas (abortos por cada 1000 mujeres entre 15 y 44 años). El primer lugar corresponde a Baleares (14,25 abortos por cada millar de mujeres), seguida de Madrid (12,19), Murcia (11,54), Cataluña (11,37), Aragón (9,94) y La Rioja (8,52). Las demás comunidades tienen una tasa inferior a la media del 8,46 (ver gráfico). La menor incidencia se registra en Ceuta y Melilla (2,55), Extremadura (3,76) y País Vasco (3,94).

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