David Navarro salva al Valencia

David Navarro sacó un cabezazo bombeado, segundos antes del silbido final, para rescatar a un Valencia muy plomizo. Y de un plumazo transformó a un equipo deprimido y cansado en otro que acudirá con una sonrisa en la boca el miércoles a Estambul. Todo por un testarazo certero a gol, inalcanzable para el veterano Córdoba. Hasta entonces, el cuadro de Benítez dio otra vez la sensación de agotamiento, todavía afectado por el trauma del Bernabéu. Y se encontró, además, con un hueso en el Besiktas, que por algo es el líder de la Liga turca. El fútbol otomano ya declaró en el pasado Mundial que no es ninguna perita en dulce, y menos si está endulzado por un par de rumanos de categoría: Pancu y Adrian Ilie.

El Valencia jugó un primer periodo muy relajado, como si se tratara de un entrenamiento, y encajó dos goles en casi los dos únicos contragolpes turcos. Claro que allí había dos especialistas: Pancu e Ilie, los dos con la calidad suficiente para complicarle la vida a cualquiera. A Garrido, por ejemplo, que pasó un calvario. Primero Ilie, sin oposición, envió un pase cruzado para que Pancu inaugurara el marcador. Nunca le faltó a Ilie una depurada técnica como bien sabía el público de Mestalla. Más tarde fue el propio Pancu quien se cruzó medio campo sin que nadie se decidiera a cerrarle el paso. Llegaba ligeramente escorado a la izquierda pero, como no estaba Garrido, ninguno de los centrales acudió a la cobertura. Tampoco Sissoko, que llegó tarde. Así que Pancu disparó un potente zurdazo y el balón botó en el suelo justo antes de que Palop tratara de atraparlo.

El Valencia, al menos, reaccionó. Cada vez que recibía un golpe, lo devolvía con cierta rapidez. Entraron Fabio Aurelio y Sánchez, los dos con hambre de minutos, y su equipo recuperó el balón. Y el gol. Pues el tanto que llena de esperanza al Valencia para la vuelta surgió de una falta muy bien enroscada por Fabio Aurelio que David Navarro bombeó a gol. Ésta es una gran noticia para Benítez: la recuperación de Fabio Aurelio, que ayer ejerció de interior y recordó con múltiples detalles su excelente zurda.