Mercadona creó 22 puestos de trabajo diarios a lo largo de 2003 y ganó 125 millones netos

Juan Roig, presidente de Mercadona, presentó ayer en Puçol los resultados de la cadena de supermercados durante 2003: un aumento de la facturación del 25% sobre el ejercicio anterior hasta alcanzar los 7.220 millones de euros; y unos beneficios -el 1,87% de las ventas- que sumaron 178 millones brutos y 125 millones después de impuestos, un 37% más que el año anterior. Roig destacó la creación de 8.500 puestos de trabajo fijos en paralelo a la apertura de nuevos supermercados. "Hoy hemos creado 22 empleos", subrayó en tono teatral.

"No tenemos deuda bancaria, financiamos nuestras propias inversiones"

"El divorcio de Eroski y Consum no es una oportunidad sino un dolor de cabeza"

Mercadona evita la publicidad, pero cada año, desde hace seis, convoca una multitudinaria rueda de prensa en la que Roig ofrece "a la sociedad" los resultados aprobados horas antes por la junta general de accionistas de la cadena de supermercados. Roig aprovecha la ocasión para subrayar su condición de presidente y propietario y para desgranar una concepción característica de la empresa. Mercadona abrió 101 nuevos supermercados en 2003 y cerró 12. Creó 22 puestos de trabajo fijos diarios, de modo que la plantilla suma ya 42.600 trabajadores frente a los 27.400 que constituían la nómina en 2001. El "salario de enganche", el mínimo, es de 872 euros netos al mes por 12 pagas. El máximo, de 1.112 euros por 14 pagas. La empresa ha invertido 600.000 euros en la construcción de una guardería para los hijos de los empleados junto al centro logístico de San Isidro (Alicante). Ya dispone de guardería en el centro logístico de Sant Sadurní d'Anoia y prevé levantar otra junto al nuevo almacén de Húevar (Sevilla). Un total de 1.100 trabajadores fueron trasladados de centro de trabajo durante el año 2003 para "acercarles a su casa, para que puedan llegar al trabajo a pie en diez minutos". El año pasado se registraron 3.000 promociones entre el personal. Como resultado, el absentismo entre los trabajadores de Mercadona es ínfimo y se cifra en una media de 1,6 días de baja al año por trabajador, cuando la media en el sector ronda los seis días.

Roig apuntó también el éxito de los "contratos de por vida" con los proveedores de Mercadona, una de las patas claves del negocio. La cadena cuenta con 120 "interproveedores", vinculados a largo plazo a Mercadona.

Respecto al "divorcio" entre Eroski y Consum, una maniobra que calificó como "valiente y arriesgada" por parte de la cooperativa valenciana, aseguró: "No es una oportunidad para Mercadona, sino dos dolores de cabeza: antes teníamos un competidor, ahora, dos". El presidente y propietario añadió que considera más importante "la agilidad que el tamaño".

Para sostener la clientela, Mercadona ha renovado la mitad de sus tiendas y tiene previsto extender las reformas a todos sus supermercados: pasillos más amplios, ambientes distintos en cada expositor , surtidos homogéneos en todas las tiendas.

La apuesta más destacada es el nuevo modelo de carnicería. Mercadona ha renunciado al servicio presencial en un despacho convencional para convertir a sus carniceros en "asesores". La carnicería ha consumido "el proyecto de investigación y desarrollo más importante" de la cadena.

Las perspectivas de Mercadona para el año próximo no son menos espectaculares y la estrategia de crecimiento se mantiene. Roig anunció el cierre de 16 tiendas, que no han cumplido las expectativas, la paralela apertura de setenta nuevos supermercados y el impulso de dos nuevos centros logísticos en Madrid y León que generarán unos 5.000 nuevos empleos. ¿Y la financiación? "No tenemos deuda bancaria, generamos lo bastante como para financiar nuestras propias inversiones", sentenció Roig.