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ES EL MOMENTO DE... | PROPUESTAS

El día de las Águedas

Los ojos se le iluminan: es una de las benéficas influencias de la fie

sta. Trabajó mucho Elena Fernández Gato en 2003 para preparar los trajes de su mayordomía: uno para la misa, otro para pedir la miaja. Aún este año ha hecho "un pañuelo de lentejuelas, que me ha quedado precioso. El día de la miaja llevaré el cesteño con los dulces y, como no puedo brincar, cobraré las entradas del baile. Hay que ayudar en lo que se pueda, en buena armonía. A la virgen no se le puede hacer desprecio: es la que nos cuida la teta". La virgen es santa Águeda, patrona de las mujeres que amamantan a sus hijos. Deslumbrado por su hermosura, Quinciano, gobernador de Sicilia, quiso desposarla y, al no conseguirlo, la sometió a terribles tormentos, cortándole los senos. Corría el siglo III, y desde entonces muchas madres se han encomendado a su cuidado.

En Peleagonzalo, localidad zamorana de apenas 500 habitantes, la celebración se trasladó hace unos años al fin de semana siguiente al 5 de febrero, festividad de la santa. "Así pedimos la miaja en domingo, y recogemos más", dice Elena. "Porque aunque escotamos, tenemos muchos gastos. El año pasado estrenamos los trajes de las alcaldesas; este año, la vara".

Las alcaldesas son, junto a las dos mayordomas (Heliodora Matilla compartió el cargo con Elena en 2003; las de 2004 son Mercedes Olivera e Isabel Rodríguez: todas rondan los 70 años), las protagonistas. Vestidas con elaborados trajes y tocadas con sombreros de flores, llevan unas varas, que los chavales intentan arrebatar. La plaza y aledaños serán hoy y mañana el escenario de carreras, envites y piques, en los que unos y otras ponen el pundonor y las energías físicas de sus pocos años.

Hoy, tras la misa, tiene lugar la procesión con la santa, en la que figuran muchas mujeres vestidas con el traje tradicional: al mediodía, el número de participantes en la procesión supera con creces al de espectadores, avisados por los sones del tambor y la dulzaina. En el rosario vespertino se produce el cambio de vara, dando entrada a las mayordomas del año siguiente. Mañana, domingo, las hermanas de la cofradía de Santa Águeda (ahora 27) recorren el pueblo pidiendo la miaja y ofreciendo a cambio limonada y dulces.

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