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LA PRECAMPAÑA ELECTORAL

Montilla subraya la autonomía del PSC frente al PSOE, tras la crisis de Carod

Maragall reclama que Zapatero exija una comisión de investigación

Francesc Valls

El primer secretario de los socialistas catalanes, José Montilla, enfatizó ayer que el Gobierno tripartito superó la crisis originada por la entrevista de Josep Lluís Carod con ETA gracias a que el PSC es un partido "sólido, unido, cohesionado y más autónomo que nunca". Montilla aludía de esta forma a los contactos que hubo durante la crisis del tripartito y en los que el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, sondeó a los alcaldes socialistas de L'Hospitalet y Sabadell sobre el eventual lanzamiento de listas alternativas a las del PSC en Cataluña.

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Tanto José Blanco como los alcaldes de L'Hospitalet, Celestino Corbacho, y de Sabadell, Manuel Bustos, negaron ayer categóricamente a este diario la existencia de tales contactos. "Yo no he propuesto nada", aseguró el secretario de Organización del PSOE, informa Anabel Díez. Otras fuentes socialistas, tanto de Madrid como de Barcelona, las confirmaron y aseguraron que los alcaldes citados las consideraron una locura.

Asimismo, estas mismas fuentes socialistas reconocieron que en el fragor de la crisis suscitada tras la entrevista de Carod con ETA salieron todo tipo de ideas en la dirección del PSOE. Y que a alguno "se le calentó la boca, olvidando que el PSC es un partido federado con el PSOE y no una federación de este partido".

Las direcciones de ambas formaciones intentaron reducir ayer el alcance de la tensión vivida el lunes de la semana pasada, que fue el día en que se produjeron las citadas llamadas telefónicas, al ver que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, no destituía a Josep Lluís Carod. Las mismas fuentes atribuyeron a "un calentamiento pasajero" estas iniciativas, que ayer juzgaron "excesivas". Pero en realidad, éstas estuvieron a punto de desencadenar la más grave crisis entre el socialismo catalán y el español desde la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), de 1981.

Las tensiones evidenciadas a lo largo de la semana entre ambas familias estuvieron ayer presentes en las palabras de Montilla ante los militantes que llenaban el Teatre Lliure de Barcelona. Era el acto de presentación de las listas del PSC a las próximas elecciones generales del mes de marzo. Y no había ni una sola bandera roja, todas eran catalanas, quizás como expresión de la voluntad de subrayar el carácter catalanista de la formación liderada por un primer secretario cordobés. No obstante, no hubo ni una sola fisura en las manifestaciones de los intervinientes: Montilla, Maragall y el alcalde de Barcelona, Joan Clos.

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El primer secretario del PSC quiso romper la polarización que, a su juicio, pretenden tanto el PP como Esquerra Republicana al poner el terrorismo en el centro de la campaña. "El próximo 14-M los ciudadanos eligen entre seguir en manos de la derecha o elegir a un Gobierno progresista con José Luis Rodríguez Zapatero", concluyó Montilla.

Maragall también sacó a colación las consecuencias del caso Carod: "El Gobierno central debe una explicación; espero que el PSOE tenga el coraje de exigir la comisión de investigación".

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