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El consejero catalán de Medio Ambiente, dispuesto a paralizar el trasvase del Ebro

"Estamos dispuestos a paralizar el trasvase del Ebro", declaró ayer a este diario Salvador Milà, consejero del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat. "El Gobierno tripartito lo tiene en su programa, pero aún no lo ha explicitado", agregó el titular del citado departamento, que milita en las filas ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV). El nuevo Gabinete catalán, que preside Pasqual Maragall, encargó el pasado 29 de diciembre dos informes, "como un primer paso para frenar el trasvase", explicó ayer Salvador Milà.

Antes de las próximas elecciones europeas, previstas para junio, no se prevén grandes novedades relativas al trasvase del Ebro. Pero el Gobierno catalán prepara argumentaciones a tres meses vista. Se trata de la elaboración de dos informes "no para dejar en manos de los expertos la decisión, sino para fundamentar nuestra oposición", precisó ayer Salvador Milà.

Los estudios, preparados por equipos científicos con el apoyo de la Agencia Catalana del Agua, tienen un doble objetivo: responder a las demandas de la comisaria de Medio Ambiente de la Unión Europea, Margot Wallström, y perfilar medidas para un plan alternativo para mejorar el uso del agua en Cataluña. Respecto al primer objetivo, se trata de dar más información a la UE sobre el proyecto de trasvase del Ebro presentado por el Gobierno central dentro del Plan Hidrológico Nacional (PHN), para determinar y justificar claramente cuál es el caudal ecológico recomendable del río, cuál es su estado ecológico y químico y qué problemas entraña la conservación del delta del Ebro. "La nueva directiva europea del agua obliga a poner en cuestión los trasvases", subrayó Milà.

Un segundo informe permitirá definir las medidas para garantizar el abastecimiento de agua y proteger, al mismo tiempo, los ecosistemas. Los dos informes deben servir de base para un plan alternativo del uso del agua en Cataluña que sea aplicable a otras comunidades autónomas y que permita abrir un debate social.

El consejero de Medio Ambiente se reunió el pasado 31 de diciembre con una treintena de miembros de la Plataforma en Defensa del Ebro, que juzgaron muy positivo "el cambio en la relación mantenida durante los tres últimos años con el Gobierno de la Generalitat". Según explicó Susana Abella, una de las portavoces de esa entidad antitrasvase, el consejero les anunció la intención del Gobierno catalán de interponer recurso contra el proyecto de transferencias del Ebro incluido en el Plan Hidrológico Nacional -el plazo para recurrir termina el próximo día 20- y les manifestó la oposición del tripartito al proyecto de interconexión de las cuencas del Ter, Llobregat y Ebro (conocido como trasvase norte) para abastecer de agua a Barcelona y su área metropolitana.

Según Abella, los miembros de la plataforma quedaron "mucho más tranquilos" sobre el proyecto del tripartito tras la reunión con Milà. "El trasvase norte [a Barcelona] era nuestra preocupación, porque abría el camino al trasvase hacia el Levante español", según la portavoz. Ésta recordó que la Agencia Catalana del Agua elaboró hace años un informe, "al que no se dio publicidad", en el que se ponía de manifiesto que el trasvase norte es prescindible con la gestión adecuada de los recursos hídricos ya existentes.

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La Plataforma en Defensa del Ebro solicitó al titular de Medio Ambiente que se sume a la demanda para que la UE paralice la financiación de los proyectos de trasvase incluidos en el PHN y que se declare zona protegida el tramo final del río Ebro y su delta.

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