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Maragall reunirá a su Gobierno en las tierras del Ebro para oponerse al trasvase

El gerente de Urbanismo de Barcelona será nombrado secretario general de la Presidencia

El nuevo Gobierno catalán quiere ponerse en primera línea desde el principio en la lucha contra el trasvase del Ebro previsto en el Plan Hidrológico Nacional (PHN). El Ejecutivo, que hoy se reúne por segunda vez, se propone situar el Ebro como una de sus prioridades del curso que ahora empieza hasta el punto de que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, quiere celebrar en enero una reunión solemne de su Gobierno en las comarcas del Ebro. Ramón García-Bragado, gerente de Urbanismo del Ayuntamiento de Barcelona, será, salvo sorpresas, el secretario general de la Presidencia.

Después de tomar posesión, el Ejecutivo catalán quiere impulsar cuanto antes medidas concretas para que el cambio se haga evidente desde el principio. Ayer, el conseller en cap, Josep Lluís Carod, auguró que algunas de estas medidas serán "de impacto".

En la reunión de hoy el Gobierno nombrará la segunda línea de la Administración -los secretarios generales de cada departamento- y tiene previsto adoptar ya algunas de las propuestas contenidas en el acuerdo que sellaron las izquierdas para formar Gobierno. Fuentes del Ejecutivo explicaron que en las primeras reuniones del Consell Executiu se impulsarán normas de reconocimiento formal de la oposición - Maragall reclamó en vano en la pasada legislatura el trato de jefe de la oposición-; sobre Enseñanza -poner en marcha las comisiones de matriculación con participación de los ayuntamientos-, de Sanidad -para avanzar hacia los 10 minutos de media en las visitas de atención primaria-, de promoción de la vivienda de alquiler y de rechazo al trasvase del Ebro.

El nuevo Gobierno, según fuentes de Presidencia, se propone "combinar los gestos y la política" y el Ebro se encuentra en el primer lugar de la agenda del Ejecutivo. El consejero de Medio Ambiente, Salvador Milà, de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), ha decidido que uno de sus primeros actos oficiales sea visitar las comarcas del Ebro para solemnizar el rechazo del nuevo Ejecutivo al trasvase. La visita podría celebrarse la próxima semana.

Maragall quiere ir incluso más allá: proyecta convocar en aquéllas comarcas una reunión de todo su Gobierno; a ser posible en enero. Fuentes del Ejecutivo explican que incluso consideran la posibilidad de que la izquierda impulse la celebración en el Ebro de un pleno extraordinario del Parlament, aunque para ello se requiere el respaldo del Grupo de CiU. La ley fija que el domicilio de la Cámara debe situarse en Barcelona, pero deja abierta la puerta a reuniones excepcionales fuera de esta ciudad si tiene el aval del 75% de los diputados o de la junta de portavoces.

Cascada de nombramientos

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El Gobierno aprobará hoy los nombramientos de los secretarios generales, en una primera fase de la cascada de nombramientos que en las próximas semanas modificarán por completo el paisaje de la Administración catalana (véase EL PAÍS de ayer). No todos los altos cargos del Gobierno de CiU dejarán sus departamentos. El histórico secretario general de Economía, Alfons Ortuño, por ejemplo, seguirá vinculado al departamento, aunque como asesor externo, según explicaron fuentes de Economía.

Entre los altos cargos que serán nombrados hoy destaca el del secretario general de la Presidencia. A pesar de que la nueva estructura del Gobierno reparte la dirección política del mismo entre tres personas -el presidente, el conseller en cap y el consejero de Relaciones Institucionales-, el cargo de secretario general de la Presidencia sigue siendo uno de los puestos clave del Gobierno.

Fuentes conocedoras de las conversaciones explican que, salvo sorpresas, el Ejecutivo designará hoy para el puesto a Ramón García-Bragado.Ramón García-Bragado era hasta ahora gerente de Urbanismo en el Ayuntamiento de Barcelona y fue mano derecha de Josep Antoni Acebillo en el consistorio. Jaume Badia, uno de los nombres que se barajaron para el puesto, seguirá vinculado al núcleo próximo al presidente en un puesto todavía no determinado.

El lunes, el Ejecutivo comparecerá en el Parlament para presentar su programa y someterse al control de la oposición. En el pleno también se elegirá a los senadores autonómicos, con lo que Iniciativa recuperará un senador merced al crecimiento electoral que experimentó. Jaume Bosch, vicepresidente de ICV, se integrará en el grupo de la Entesa Catalana de Progrés y sigue abierta la posibilidad de que se voten los miembros del Consejo de Administración de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV) y el nuevo Síndic de Greuges.

No obstante, en ambos casos la votación depende de que la izquierda alcance un acuerdo con CiU, algo que ayer parecía aún prematuro, según subrayaron fuentes oficiales de la federación nacionalista. La elección exige una mayoría cualificada -tres quintas partes de la Cámara-, con lo que la aquiescencia de Convergència deviene imprescindible.

Apoyos para Ribó

El ex líder del PSUC y de Iniciativa Rafael Ribó se perfila como síndic de greuges. Ribó, que durante años ha sido uno de los diputados más respetados del Parlament, tiene el apoyo de la izquierda y también es bien visto por sectores importantes de la actual oposición, explican fuentes conocedoras de las negociaciones.

El presidente de ICV y número tres del Ejecutivo, Joan Saura, consideró "muy posible" que el ex diputado sea elegido para el cargo. "Ribó sería un excelente síndic de greuges, y el reto es que tiene que ser por consenso parlamentario, aunque tiene una talla política que va más allá de su adscripción partidista", explicó en COM Ràdio. Saura subrayó que la propuesta "ha venido también de otros partidos políticos".

En el caso de la Corporación Catalana de Radio y Televisión (CCRTV), Convergència reclama que se aplique la ley de Hondt, con lo que le correspondería un miembro más en el Consejo de Administración de lo que ha acordado la Junta de Portavoces. La elección de los consejeros exige que CiU se sume al acuerdo y mientras tanto se mantiene su actual composición, en la que el bloque formado por Convergència i Unió y el Partido Popular retienen todavía la mayoría.

La designación del director general de la CCRTV -el actual, Vicenç Villatoro, ya ha presentado su dimisión- es potestad del presidente de la Generalitat, pero en la campaña electoral Maragall se comprometió a nombrar al candidato que le proponga el Consejo de Administración de la Corporación. No obstante, el presidente de la Generalitat advirtió ayer que en ningún caso aceptará que se prolongue la interinidad y se aplacen las reformas.

Durante el tradicional almuerzo del presidente catalán con la prensa, Maragall reiteró que su voluntad es "que no haya dependencia" de los poderes públicos, pero advirtió que el precio no puede ser prolongar indefinidamente la situación actual: "Queremos la no-dependencia y la no-dilación", sentenció. El presidente añadió que la "independencia plena" es una palabra "muy fuerte", por lo que dijo que prefiere la de "autonomía" para los medios públicos.

Montserrat Minobis, decana del Colegio de Periodistas de Cataluña, recordó en su discurso que los partidos que ahora forman el Gobierno asumieron las propuestas de medios públicos independientes y de reforzar el Consejo del Audiovisual (CAC).

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