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Necrológica:NECROLÓGICA
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Fadwa Tuqan, la gran poetisa de Palestina

Fadwa Tuqan nació con la Declaración Balfour y murió con la segunda Intifada. Tenía 86 años. Falleció el viernes por la noche en un hospital de su ciudad natal, Nablús, al norte de Cisjordania, donde se encontraba internada desde hacia varios días tras sufrir un ataque al corazón que le había dejado en estado de coma. Estaba considerada como la más importante poetisa de Palestina.

Creció en el seno de una familia aristocrática y tradicional, que la trató de mantener aislada y encerrada desde su adolescencia, cuando un día uno de sus nueve hermanos descubrió indignado que un compañero de escuela primaria le había regalado una flor. Fue el principio de una reclusión de la que lograba evadirse periódicamente gracias a las cartas y a los consejos de otro de sus hermanos, el menor, uno de los primeros directores de la Radio Nacional Palestina y poeta, como ella, quien desde la Universidad Americana de Beirut le animaba a escribir y le orientaba en sus lecturas. Él convirtió su celda en una escuela. Ella le dedicó en 1946 su primer libro de poemas, Mi hermano Ibrahim.

Paradójicamente, Fadwa Tuqan fue liberada definitivamente de su encierro en un momento trágico para la vida de Palestina, en 1948, en los días de la Nakba, o catástrofe, cuando la declaración del Estado de Israel coincidió con el fallecimiento de su padre, un hombre ferozmente autoritario que mantenía subyugada a toda la familia. El día de su libertad, millares de palestinos eran expulsados por el Ejército judío de las ciudades en las que habían vivido siempre, e iniciaban un doloroso exilio para convertirse en refugiados.

Consciente de este contrasentido, escribiría años más tarde en sus memorias un párrafo revelador: "Cuando el techo cayó en Palestina, el velo cayó del rostro de la mujer de Nablús". En 1962, Fadwa Tuqan viajó la Universidad de Oxford, donde durante dos años estudió Lengua y Literatura Inglesa y desde donde, además, empezó a tomar conciencia de la triste realidad del pueblo palestino.

Fue el despertar de una conciencia nacional que la llevó a dar un giro en su trayectoria literaria y a convertir su poesía temprana de tono intimista -Sola con los días (1952), Danos amor (1960), Antes de la puerta cerrada (1967)- en una poesía cargada de mensaje político, en un arma de combate frente a la ocupación del Ejército israelí, que culmina con Mártires de la Intifada, una de sus más famosas obras. La aparición de su autobiografía, La roca y la pena y Grito de la piedra, a mediados de la década de los noventa, fue saludada como un acontecimiento literario en todo el mundo árabe, mientras sobre ella recaían los galardones y el reconocimiento internacional.

En un anuncio publicado en varios diarios palestinos, el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat, y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) presentaron sus condolencias a la familia de la difunta, calificándola de "gran poetisa de Palestina".

La poetisa fue enterrada el domingo al mediodía en el cementerio principal de Nablús, mientras en la otra punta del camposanto se sepultaban los restos de una muchacha de 20 años, Kamleh al Shuli, estudiante de la Universidad de An Najha, que había muerto el día anterior de un tiro en el pecho, disparado por un soldado israelí. La muchacha falleció desangrada por el disparo en el interior de un taxi colectivo, rodeada de otros siete viajeros y su hijo, de poco menos de dos años, al que trataba de llevar a un hospital cercano. Si Fadwa Tuqan no hubiera muerto le habría dedicado un poema.-

Fadwa Tuqan.
Fadwa Tuqan.EFE

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