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Columna
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Luces extinguiéndose

"Estoy francamente ilusionado; y no, no me da miedo el futuro porque, por mucha escalada de tensión que haya, no estamos en el 36". (Xabier Ormaza, 31 años, militante del PNV, recogido en José Luis Barbería, La larga marcha del PNV, EL PAÍS. Domingo, 2 de noviembre de 2003). Son palabras sobre el proyecto Ibarretxe para este país. Amigo, éstas son palabras mayores. ¿El 36? ¿Ignoramos la época en la que vivimos; tiempo de emboscadas y muerte; de cambios de fronteras con sangre, mucha sangre? ¿Sabemos lo que decimos? A nuestros abuelos ¡los mataron! entonces por una cuestión de ideas... o por tener un confesor "equivocado".

Hoy -y siempre- puede ser parecido si se fuerzan las cosas. Alguien dice hoy en la prensa, creo, que Europa es gobernada por una generación sin memoria. Pudiera. Ormaza, hombre ya público, nacido, por lo que puedo saber, en 1972: tres años cuando murió el dictador, y seis cuando se aprobó esta Constitución que nos rige, es, con perdón, no le quiero faltar, un bebé político. Un bebé, sí (lo digo con pena por mí, por nosotros, y con ternura hacia él). ¿Quién le habló del pasado? ¿Alguien que habiendo sido jesuita en Alemania, fue cura obrero por un mes en Huelva? No lo sé. Pero quien dice eso, tiene mucho de "desmemoriado".

En 1926, pongamos (felices veinte), ni sospechaban lo que pudiera ocurrir en 1936 (menos aún lo que sucedió en el 40). Diez años, y todo puede cambiar... y siempre suele ser para peor. Debiera saberlo Xabier Ormaza como aspirante al gobierno de la cosa pública.

Hoy veo en la prensa las imágenes de Juan Mari Atutxa y sus compañeros saliendo tras haber declarado 12 horas ante el Superior vasco. ¡Doce horas! ¿Era necesario ese tiempo? Algo va mal. Van mal demasiadas cosas.

Por cierto, no sale Atutxa, nadie lo ve así, sale el presidente de nuestro Parlamento, de ése que hemos elegido entre todos -aunque sólo haya un sector que le haya jaleado, origen por cierto de males mayores, le diría si pudiera a Ormaza-. Son imágenes muy duras. ¿Debía acudir Atutxa? Naturalmente... y lo ha hecho. Pero el problema es otro: ¿debió haber dado razones para ser convocado?, ¿funcionan los legislativos emitiendo leyes; en concreto, la ley de Partidos y sus correlatos? ¿Lleva razón Atutxa cuando decide desobedecer la orden de un tribunal? ¿Y ese mismo tribunal al emitir su sentencia obligando a disolver un grupo parlamentario por afín a cierto parido ilegal? Sea como fuere, se está forzando el Estado de Derecho. Tanto, que esto parece el 36 o similar.

Las leyes penales se hacen ad hoc -véase la última reforma del Código Penal-; los parlamentos -el español, el vasco, todos nuestros, por eso los elegimos- no son lo que debieran, poderes de soberanía; son simples capillas para la rencilla partidaria. Los tribunales..., lo siento, pero sospechamos de ellos. Y ¿los ejecutivos? Para qué hablar de ellos. Uno manda tropas a Irak sin noticia de "nadie", y el otro se presenta de largo sin pestañear para cambiarte el Estatuto que le soporta (y nos regula y da respetabilidad)...

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Y en esa vorágine, Arzalluz, al frente de la manifestación (besamanos), diciendo algo así como que si encarcelan a "ESTOS", "ELLOS" VERÁN lo que se hacen... O Mayor (son los dos polos hoy; Oreja se lo ha ganado a pulso), Mayor diciendo que la ley es la ley, y se debe aplicar a todos. Obvio. También lo creo yo, pero todo está demasiado enredado.

¿1936? Dios no lo quiera (que no lo querrá). Pero sería lo último.

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