La policía iraquí reconoce que oyó los tiros desde comisaría

El teniente coronel al mando de la comisaría iraquí de Latifiya, donde el pasado día 29 cayeron en una emboscada los agentes del CNI, pide anonimato. Tiene miedo. Hace sólo una semana fue asesinado su antecesor. Dispararon contra él cuando volvía en coche a su casa. El comisario reconoce que el sábado oyeron desde el cuartel los disparos del tiroteo, ocurrido a un kilómetro. Pero niega, como todos sus subordinados, que durase media hora. "Si hubiera sido así, habríamos llegado a tiempo de ayudarles".

No parece, sin embargo, que los policías iraquíes estén muy interesados en investigar la muerte de los agentes. Cuando se les pregunta contestan con evasivas. "Los americanos se meten en nuestro campo y nos obstaculizan Si ellos intervienen, como en este caso, no podemos hacer nada".

A pesar de su aparente ignorancia sobre el caso, el teniente coronel afirma rotundo que nadie del pueblo está implicado. "Estoy seguro al cien por cien. Los que hacen estos ataques no son de aquí, vienen de fuera", subraya, pese a que un grupo de vecinos intentó linchar al superviviente y se ensañó con los cadáveres.

El jefe militar estadounidense elogia la cooperación de la policía iraquí pero el comisario de Latifiya no presume de ello. Al contrario: "La gente cree que estamos colaborando con los americanos. Escriba usted que no es verdad".