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Portugal tendrá un déficit del 5% del PIB en 2003

El Banco de Portugal (BP) estima que el déficit portugués será de al menos un 5% en 2003, asociado a una caída del PIB de hasta un 1,5%. Con estas cifras, publicadas ayer, el banco central luso dice que la economía portuguesa está hundida en una recesión mayor de la inicialmente estimada y que el Gobierno de Lisboa tendrá muchos problemas presupuestarios. En sus previsiones anteriores, presentadas en junio pasado, el banco estimaba una caída del PIB de hasta el 1%.

El BP señala el débil consumo de las familias y la falta de estímulo a la inversión como las razones esenciales para esta evolución tan negativa en las cuentas públicas y de la economía. Y prevé que el Gobierno necesitará de ingresos extraordinarios de al menos un 2% del PIB para cumplir su compromiso con Bruselas, asumido el pasado agosto: situar el déficit público en un 2,944% para no violar el límite máximo del 3% impuesto por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) de la eurozona.

La recesión económica es el principal responsable, según el banco, por el agravamiento del desequilibrio presupuestario. La disminución de la actividad económica llevó a menos ingresos fiscales provenientes de las empresas, mientras han aumentado mucho los gastos asociados al desempleo.

Por tercer año consecutivo, Portugal está con dificultades en cumplir las reglas europeas. En 2001, el déficit luso fue de un 4,2%. Tras la amenaza de Bruselas de cortar los fondos estructurales a Portugal, el Gobierno liberal de José Manuel Durão Barroso se empeñó en equilibrar las cuentas del Estado. Suspendió las inversiones públicas y vendió mucho patrimonio, pero logró bajar el déficit hasta un 2,7% del PIB. Paralelamente, prometió reformas estructurales para reducir los gastos del Estado.

Sin embargo, el BP reiteró ayer que no hay una disminución de los gastos del Estado. Y la verdad es que el año pasado el Gobierno tuvo que conseguir menos ingresos extraordinarios -un 1,8% del PIB- para controlar el déficit.

La oposición, por su parte, repitió la acusación que viene haciendo en los últimos meses: el país empezó por tener un problema presupuestario para estar ahora también con un problema económico, consecuencia de la falta de inversión pública y de la quiebra de confianza de los empresarios privados por el discurso pesimista del Gobierno. Las fuerzas de la oposición -toda la izquierda portuguesa- han pedido varias veces al Gobierno el incumplimiento del PEC para no ahogar la economía.

Portugal entró en recesión en el tercer trimestre de 2002. Pese a tímidos crecimientos -inferiores al 1%- de los trimestres siguientes, la economía sigue estancada.

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