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Vecinos de Torreperogil protestan por una orujera

Ginés Donaire

Alrededor de 150 vecinos del municipio jiennense de Torreperogil (7.500 habitantes) se concentraron ayer para pedir que la industria Orujera Ubetense no abra sus puertas por la contaminación atmosférica que produce su actividad. La protesta estuvo convocada por la plataforma Por la Calidad de Vida de Torreperogil y Comarca y estuvo secundada por los tres grupos que forman el Ayuntamiento, IU (que gobierna), PSOE y PP.

Los vecinos acusan a los responsables de la orujera de incumplir el acuerdo de diciembre de 2001 para la instalación de medidas correctoras y el traslado de los secaderos más contaminantes antes de esta campaña olivarera, que está próxima a iniciarse.

El acuerdo incluía el traslado definitivo de la empresa a otro lugar (ahora se encuentra a menos de dos kilómetros del casco urbano). El Ayuntamiento se comprometió a financiar el traslado con la recalificación de los terrenos que ahora ocupa la industria.

"No queremos seguir respirando humo contaminado, por encima de los puestos de trabajo de la empresa está la salud de los vecinos del pueblo", indicó ayer la portavoz vecinal María Redondo.

La representante de la plataforma ciudadana recordó que, el pasado mes de abril, la Consejería de Medio Ambiente cerró la orujera de manera cautelar por sobrepasar los niveles máximos permitidos de partículas en el aire. Sin embargo, apenas 20 días después se reabrió de nuevo la industria tras superar un nuevo análisis.

La plataforma sostiene que la orujera está detrás de las filtraciones de alpechín (residuo que queda tras la molturación de la aceituna) en los acuíferos subterráneos del municipio. Además, llegaron a relacionar este hecho con el alto número de enfermedades cancerígenas que aparecieron en la localidad.

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La nueva propuesta de la orujera, según la plataforma, es que sea el Ayuntamiento junto con el Gobierno Andaluz los que sufraguen el traslado de la empresa, tanto económicamente como en cuestión de permisos y licencias. El alcalde de Torreperogil, Francisco Checa, dijo que, además, la fábrica exige la cesión de 80.000 metros cuadrados.

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