"¡Los mineros están vivos!"

"¡Vivos! ¡Los han encontrado! ¡Están vivos!". La noticia fue recibida con alegría y entusiasmo en la sala donde esperaban, atendidos por psicólogos, los familiares de los mineros desaparecidos desde el jueves pasado en el sur de Rusia. Más tarde la alegría de dos familias se esfumó: los socorristas habían hallado a 12 hombres, pero uno estaba muerto. Otro minero permanece desaparecido y las posibilidades de que esté vivo son mínimas.

Un total de 71 hombres estaban trabajando el jueves pasado en la mina de carbón Západnaya Tsentrálnaya de Novoshájtinsk, ciudad de la provincia de Rostov, cuando se produjo el accidente y las aguas de un lago subterráneo comenzaron a inundar los túneles. Un grupo de 25 trabajadores logró salir a la superficie por sus propios medios, pero 46 quedaron atrapados en la mina.

Las operaciones de rescate comenzaron el mismo jueves por la noche y estuvieron a cargo de militares socorristas de montaña. El plan consistía en cavar pozos hacia los túneles antiguos, que estaban más cerca de la superficie, donde los trabajadores del carbón podrían haber encontrado refugio, ya que lo más probable era que no estuvieran inundados. Después de dos días de intensos trabajos, encontraron a 33 mineros, todos sanos y salvos. Pero quedaba otro grupo de 13. Las posibilidades de hallar a ese grupo con vida se iban esfumando a medida que pasaban los días y ese mismo número -para muchos, de mala suerte- no presagiaba nada bueno. Al tiempo que seguía la búsqueda trataban de detener la filtración de las aguas del lago subterráneo.

A medianoche del martes, el equipo de rescate terminó de cavar un túnel desde la vecina mina Komsomólskaya Pravda hasta la Západnaya. Pero en el lugar donde se pensaba que podrían hallarse los mineros desaparecidos había gas, por lo que los socorristas tuvieron que volver a subir a la superficie y empezar a ventilar el túnel. Cuando descendieron de nuevo encontraron una nota en la que los mineros indicaban que se habían refugiado en el pozo de ventilación.

Fue allí donde los socorristas encontraron a los trabajadores, muy débiles y extenuados. Había 11 hombres con vida y uno muerto. Otro permanece desaparecido. Lo primero que los socorristas hicieron fue atender a los mineros, darles medicinas y algo de comida y arroparlos con mantas. Antes de subir a la superficie, los debilitados trabajadores tuvieron que recorrer dos kilómetros de túneles.

Vasili Avdéyev, el director de la mina Západnaya Tsentrálnaya, se encontraba entre los trabajadores rescatados. El salvamento de 11 mineros ha sido recibido como un auténtico milagro, ya que eran muy pocos los que pensaban que aún podían estar con vida. Una nueva tragedia ocurrida en el otro extremo de Rusia, en la zona del Pacífico, ensombreció ayer la alegría del rescate: una explosión de metano costó la vida a cinco trabajadores de la mina Partizansk, y otros cinco resultaron heridos.