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Identificados los dos colombianos asesinados en un ajuste de cuentas

La policía continúa las investigaciones para dar con los asesinos

La policía ha identificado los cadáveres de los dos hombres hallados el pasado viernes en un solar de Villaverde con sendos tiros en la cabeza. Los cuerpos son de Guildardo Antonio Mejía Osorio y Carlos Alberto, de nacionalidad colombiana. La policía ha interrogado a familiares de los fallecidos para intentar esclarecer el suceso. Todo apunta a un posible ajuste de cuentas por narcotráfico a gran escala.

La policía consiguió identificar ayer los cadáveres de los dos hombres encontrados la mañana del viernes en el solar del polígono industrial Butarque, en Villaverde. Los dos fallecidos son Guildardo Antonio Mejía Osorio y Carlos Alberto, ambos de nacionalidad colombiana. Los agentes enviarán las huellas dactilares de los fallecidos a Colombia a través de Interpol para verificar sus identidades, que podrían ser falsas.

Ayer por la mañana, familiares de Guildardo Antonio fueron al Instituto Anatómico Forense para identificar su cuerpo. Sus peores sospechas se vieron confirmadas al reconocer a Guildardo. Su cadáver fue trasladado posteriormente al tanatorio de la M-30. Desde allí saldrá hoy para recibir sepultura en el Cementerio Sur. Estos familiares prestaron declaración ante la Policía.

El cadáver de Carlos Alberto continuaba ayer por la noche en el Anatómico Forense. Fue reconocido por unos amigos, que después acompañaron a la policía para prestar declaración. La familia de Carlos Alberto vive en Colombia, por lo que sus amigos se acercarán a la Embajada de este país para decidir el lugar en el que reposará el fallecido.

Los cuerpos de los dos hombres aparecieron cubiertos de sangre a las 9.30 de la mañana del viernes, tras unas matas secas, en un solar de Villaverde. Vestían ropa cara, pero no portaban documentación, por lo que su identificación se retrasó. Un padre y su hijo realizaron el macabro hallazgo mientras caminaban por la zona para ir al colegio del niño.

Los dos fallecidos presentaban sendos disparos en la cabeza. Unos obreros que vieron los cadáveres relataron que uno de los asesinados había recibido el impacto de la bala en la parte de atrás de la cabeza, por encima de la nuca. Mientras que el otro tenía el orificio de la bala detrás de la oreja.

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La policía, tras rastrear el lugar durante más de tres horas, no logró encontrar ni el arma homicida ni los casquillos. Hallaron, sin embargo, las dos balas que causaron la muerte a Guildardo y a Carlos Alberto.

Los agentes que investigan el caso sospechan que el asesinato de ambos hombres se produjo en el mismo lugar donde aparecieron y que está relacionado con un ajuste de cuentas por narcotráfico. La forma en la que aparecieron los cuerpos, la trayectoria de las balas y la ausencia de sangre por los alrededores hace pensar que les llevaron hasta allí con vida y les hicieron arrodillarse para después descerrajarles dos tiros en la cabeza.

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