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Ralf, al hospital tras quemarse su Williams en Monza

Lo que era un entrenamiento más, uno de tantos como se dan al cabo de un año, acabó en un susto monumental para la escudería Williams y con Ralf Schumacher acudiendo al hospital como medida preventiva. Ocurrió en el circuito de Monza (Italia), donde el equipo británico se encontraba desarrollando un test privado. El coche de Ralf acabó envuelto en llamas. Tras completar varias vueltas, el piloto alemán se dirigía a los boxes cuando el Williams comenzó a arder. La pronta intervención de los servicios de seguridad de la pista evitó males mayores. El piloto acudió a un hospital cercano, donde se comprobó que no sufría daño alguno.

Aunque nada ha trascendido a nivel oficial, todo parece indicar que una pérdida de aceite fue el origen del incendio. Pero el hecho de que la avería tenga que ver con el aceite obligará a los técnicos del equipo a desmontar todas las piezas del motor, unas 3.500, y someterlas a revisión. El seguro se hará cargo de los gastos, pero sirva como referencia que el precio de un motor de un fórmula 1 bascula entre 90.000 y 120.000 euros.

Guerra de neumáticos

En el momento de producirse el incendio, Ralf se encontraba probando neumáticos, un terreno donde ha saltado la polémica. Todos los equipos que tienen como proveedor a la firma Michelín, entre ellos Williams y Renault, han amenazado con no acudir al Gran Premio de Italia, que se disputará en Monza el día 14. El motivo es el reciente anuncio de la FIA de que no permitirá que la anchura de las ruedas delanteras superen los 270 milímetros de contacto con el suelo, como está reglamentado, ni antes ni después de las carreras.

El problema reside en que los neumáticos Michelín cumplen con esa medida antes de rodar, pero no después. Un neumático delantero tiene cuatro surcos que, finalizada la prueba, han desaparecido como consecuencia del desgaste sufrido. Es decir, que la rueda ya es prácticamente lisa, con lo que la superficie en contacto con el suelo, que antes de correr era de 270 milímetros, se ha ampliado. En el caso del otro proveedor, Bridgestone, ese problema no existe, porque la rueda es ligeramente más estrecha y no supera la medida reglamentaria ni siquiera cuando se ha desgastado.

"Pero el verdadero problema", explican desde Renault, "es que la carrera se disputa en Monza, en Italia, en la casa de Ferrari. Porque hasta ahora la FIA no ha movido un dedo".

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