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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Venus y Caín en la prehistoria

La prehistoria se "inventó" como idea y como universo en la segunda mitad del siglo XIX y algunos artistas de la época inspiraron su fantasía en aquellos descubrimientos. Una exposición en Altamira reúne pinturas, esculturas, fotos, piezas prehistóricas y documentos que recrean el debate que suscitó.

Tras exhibirse en el Museo de Aquitania, de Burdeos, y, antes de que lo haga en el Museo de Bellas Artes de Québec, de Canadá, se puede visitar en Santillana del Mar la exposición titulada Venus y Caín. Nacimiento y tribulaciones de la prehistoria en el siglo XIX (1830-1930), una interesante muestra que ha sido concebida y ejecutada por especialistas franceses, con la colaboración del Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira, encargado de adaptar sus contenidos a nuestro país. Se trata, así, pues, de un proyecto internacional con colaboración multi-institucional, que permite contemplar, cerca de las cuevas de Altamira, una apasionante reflexión sobre los orígenes del hombre prehistórico. Por la naturaleza del empeño, el material expuesto es variopinto, aunque básicamente referido a pinturas, esculturas, fotografías, libros, piezas prehistóricas y documentos, a través de los cuales se reconstruye el debate de la "invención" de la prehistoria según se produjo en la segunda mitad del siglo XIX.

VENUS Y CAÍN

Museo de Altamira

Palacio Caja de Cantabria

Santillana del Mar

Hasta el 7 de septiembre

Aparte de la ficción actual por el espectáculo de la recreación virtual de cualquier escenario mítico y la creciente fascinación por la paleontología, la prehistoria y la antropología, todo conduce hoy a reconstruir, en términos novelescos, la vida cotidiana del pasado, pero sin dejar de desmontar los hilos romancescos que previamente cortaron su patrón. El episodio elegido por la presente exposición es quizá uno de los más atrayentes, pues relata visualmente no sólo cómo se fundó, hace relativamente poco, la ciencia prehistórica, sino su influencia en la fabricación de la imagen legendaria de nuestros primeros antecesores.

Dividida en tres salas -la primera de las cuales está dedicada a los inicios y consolidación de esta nueva ciencia; la segunda, al estudio de la evolución humana hasta el arte paleolítico, y la tercera, a los primeros poblados humanos, el trabajo y la guerra-, la muestra distribuye muy bien el material artístico-documental disponible, destacando, sobre todo, las recreaciones artísticas del mundo prehistórico por parte de pintores y escultores de fines del siglo XIX, algunos tan célebres como los franceses Alfred Cormon y Leon Maxime Faivre o los escultores Frémiet y Mascré, que modelaban al dictado de los hallazgos arqueológicos recientes y con los consejos técnicos de los especialistas.

De manera que nos encontramos

con una triple perspectiva para reflexionar sobre el pasado humano más remoto, pero sin renunciar en el razonamiento a las influencias ideológicas del siglo XIX, pues fueron ellas las que contribuyeron más notablemente a la configuración de nuestra imagen de la prehistoria. Esta sugestiva exposición se enmarca en cierta manera en la misma corriente que ha permitido el éxito de otras empresas semejantes, como la del autor de best sellers Auel y, ni que decir tiene, un ingente material cinematográfico.

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