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Las siamesas iraníes Ladan y Laleh, despedidas de Singapur entre sollozos

El médico que prohijó a las Bijani dice que las usaron como cobayas

Más de 300 musulmanes despidieron ayer entre sollozo y rezos en una mezquita de Singapur a las siamesas iraníes Ladan y Laleh Bijani, de 29 años, que murieron el martes en la operación que intentaba separarlas. Los cuerpos viajan hoy a Irán. El presidente iraní, Mohamed Jatamí, dirigió un mensaje al país, en el que alabó a los cirujanos y destacó el coraje de las hermanas. Alireza Safaian, el médico que prohijó hace años a las hermanas, criticó la operación y consideró que las hermanas fueron usadas como cobayas.

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"Ladan y Laleh han dejado al mundo el legado de paciencia y tolerancia que mostraron toda su vida". dijo Jatamí. El presidente iraní destacó la actuación del equipo de neurocirujanos, dirigido por el singapurés Keith Goh, que trató de cumplir el sueño de las siamesas craneópagas (unidas por la cabeza) de llevar vidas independientes. Una operación nunca antes realizada en personas adultas. "Los médicos no buscaban sino dar una vida mejor a las hermanas", afirmó Jatamí.

Sin embargo, llorando por teléfono, Alireza Safaian, el médico que prohijó a las siamesas, condenó ayer desde Teherán la operación, informa Reuters. "Podrían haber vivido 20 años más, pero fueron usadas como cobayas", dijo. Safaian crió a las Bijani y las llevó por el mundo en busca de médicos capaces de separarlas. No estuvo de acuerdo con la intervención porque, según precisó, las posibilidades de éxito para siamesas adultas craneópagas eran muy escasas: "Hay estudios en Alemania, Suiza, Francia y EE UU. Todos dicen que, de operarse, estos casos tienen sólo un 5% de probabilidades de superviviencia". Un porcentaje muy inferior al 50% de expectativas de éxito que difundió el equipo de Goh.

Las siamesas murieron el martes, poco después de que los cirujanos lograran separarles los cerebros, tras 52 horas de intervención. Los cirujanos no pudieron controlar la hemorragia cerebral masiva. Los médicos reconocieron horas después que, ante las complicaciones detectadas la noche del lunes, se plantearon dar marcha atrás a la intervención. Siguieron adelante, sin embargo, porque los familiares y amigos de las siamesas les pidieron que lo hicieran para respetar la voluntad de Ladan y Laleh de "intentar ser separadas cualesquiera fueran las consecuencias".

Otros expertos defendieron la intervención. Entre ellos, el premio Nobel de Medicina Gerald Edelman, quien aseguró que en algunos casos es necesario asumir "riesgos" para afrontar situaciones como la de Laleh y Ladan, Edelman hizo estas declaraciones en la Universidad de A Coruña, y precisó que ante un problema de esta naturaleza es necesario adoptar "una decisión personal" por el alto riesgo que conllevan este tipo de intervenciones.

Horas antes de entrar en la sala de operaciones el pasado sábado, las hermanas resumieron sus esperanzas en una frase: "Nos gustaría poder mirarnos a la cara sin usar un espejo". "Ladan y Laleh conmovieron el corazón de muchos singapureses", señaló el primer ministro Goh Chok Tong en una carta dirigida ayer al hospital Raffles: "Lamento que su sueño no haya podido concretarse".

Miembros de la comunidad iraní en Singapur rezan ante los féretros de las hermanas Bijani.
Miembros de la comunidad iraní en Singapur rezan ante los féretros de las hermanas Bijani.ASSOCIATED PRESS

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