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De Gispert polemiza con los jueces y defiende su decisión de dar régimen abierto a De la Rosa

La izquierda pide explicaciones por lo que considera "un trato de favor" al financiero

"Sería una injusticia no darle el tercer grado a Javier de la Rosa porque tiene unos apellidos conocidos". De esta manera tan contundente se manifestó ayer la consejera de Justicia e Interior de la Generalitat, Núria de Gispert, para justificar con vehemencia la concesión del régimen abierto al financiero. Es la tercera vez que el Gobierno catalán adopta esta decisión después de que las dos anteriores fuesen revocadas por la justicia. Frente a estas argumentaciones, los partidos de la izquierda emplazaron al Ejecutivo a que explique el porqué de ese "trato de favor" a De la Rosa.

¿No le parece que se le está echando un pulso a la justicia con esta decisión de la Generalitat teniendo en cuenta que ya ha sido revocada por los tribunales en dos ocasiones?, preguntó ayer EL PAÍS a la consejera. "Ciertamente estamos dando una imagen fatal, pero me molesta mucho tener que repetir que con una pena de dos años de prisión y sin antecedentes no entra casi nadie en prisión en Cataluña", respondió Núria de Gispert. La consejera recordó que la condena firme impuesta a De la Rosa es de 20 meses y dejó entrever que los jueces han discriminado al financiero. En este sentido, precisó que en Cataluña hay 750 personas condenadas a penas de hasta dos años de prisión y que en la inmensa mayoría de los casos no han ingresado en la cárcel porque no tienen antecedentes y los tribunales les han concedido la remisión condicional de la pena.

Frente a ese argumento, diversas fuentes judiciales explicaron que el ingreso o no en prisión de un condenado lo deciden los tribunales analizando las circunstancias de cada caso y nunca se aplica de manera automática. Y son también los tribunales los que tienen la facultad de revisar las clasificaciones penitenciarias que realiza la Administración.

En el caso de Javier de la Rosa, fue la Sección Décima de la Audiencia de Barcelona la que acordó el 22 de noviembre su ingreso en la cárcel para cumplir 20 meses de pena por haber intentado estafar al Grupo KIO 300 millones de euros en 1992. A las tres semanas, el Departamento de Justicia lo clasificó en tercer grado penitenciario. El fiscal recurrió y el financiero volvió a la cárcel el 8 de enero.

Apenas tres meses después, la Generalitat volvió a conceder el régimen abierto a De la Rosa en forma de subterfugio legal acogiéndose a un artículo del reglamento penitenciario que se aplica en muy contadas ocasiones. El juez de vigilancia penitenciaria lo avaló en aquella ocasión, pero el fiscal llegó hasta la Audiencia de Barcelona, y la Sección Novena devolvió al financiero a la cárcel el 2 de junio. El pasado viernes, apenas 11 días después, la Generalitat volvió a conceder el tercer grado a De la Rosa. El fiscal anunció que volvería a recurrir, informa la agencia Efe.

De Gispert insistió en que De la Rosa cumplirá el próximo mes de julio las tres cuartas partes de la condena, lo que le permitirá obtener la libertad condicional. En ese contexto, aseguró la consejera, el tercer grado es la manera de preparar al interno para su vida en libertad y en este caso se cumplen todos los requisitos que marca la ley.

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Los partidos de la izquierda, sin embargo, tienen una opinión muy diferente. El portavoz parlamentario del Partit dels Socialistes, Joaquim Nadal, calificó ayer de "sorprendente" la "contumacia reiterada" con la que la Generalitat aplica el régimen abierto a De la Rosa y le exigió que "respete" las decisiones judiciales.

Más crítico se mostró el portavoz parlamentario de Esquerra Republicana, Josep Huguet. En su opinión, el Gobierno catalán ha concedido "un trato de favor" al financiero "por ser quien es y por sus conexiones". Huguet recordó que Jordi Pujol calificó en su día a De la Rosa de "empresario modélico" y advirtió que el presidente de la Generalitat puede ser víctima del efecto Kohl, en alusión al ex canciller alemán, de quien se desvelaron casos de corrupción política al abandonar el cargo.

Por su parte, el portavoz de Iniciativa Per Catalunya Verds, Joan Boada, recordó que De la Rosa es "íntimo amigo" de Pujol y denunció que el Gobierno catalán otorga un "régimen especial" a personas que "saben mucho y que tiene miedo que lo expliquen".

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