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DEBATE PARLAMENTARIO

El archivo del 'caso Benjumea' activa las querellas por injurias

Alejandro Bolaños

El caso Benjumea no finalizará con el archivo definitivo de las diligencias abiertas en noviembre de 2001 tras la denuncia interpuesta por el ex presidente de Caja San Fernando por un supuesto espionaje. La decisión de la Audiencia de Sevilla, conocida esta semana, puede desbloquear otros procesos judiciales iniciados por aquellas personas que se sintieron injuriadas.

El ex presidente de la caja sevillana basó su denuncia en una conversación grabada en vídeo entre Joaquín Corpas, un detective contratado por San Fernando, y Antonio Castellano, del que López Benjumea sospechaba. En una frase grabada en el vídeo, Castellano supuestamente aseguraba que seguía al entonces presidente de la caja por orden de los dirigentes socialistas Manuel Chaves, Luis Pizarro y Miguel Ángel Pino. Los peritos demostraron que el vídeo fue manipulado y Castellano negó haber espiado a López Benjumea, lo que ha llevado al archivo definitivo de la demanda.

- Querella de Chaves y Pizarro. Los dos dirigentes socialistas se querellaron contra Antonio Castellano tras una información del diario El Mundo basada en el vídeo. La querella la lleva el mismo Juzgado de Instrucción, el número 1 de Sevilla, que investigó la demanda de López Benjumea. El PSOE trató de ampliar la querella por injurias graves con publicidad al ex presidente de Caja San Fernando, pero el magistrado denegó la ampliación. El juez sí aceptó incluir en la querella a dos periodistas de El Mundo, que aportaron una copia de vídeo de mayor calidad. Los socialistas presentaron un recurso ante la Audiencia de Sevilla para que anule la decisión del instructor y la querella afecte a López Benjumea.

- Querella de Pino. El ex presidente de la comisión de control de San Fernando, el socialista Miguel Ángel Pino, presentó otra querella por injurias contra aquellos que le implicaran en el supuesto espionaje a López Benjumea. Pino también inició acciones judiciales al conocerse que San Fernando había ordenado seguirle a él y al que fue entrenador del equipo de baloncesto de la caja, Javier Imbroda.

- Querella de Escámez. El jefe de escoltas de la Junta, el socialista Juan Escámez (futuro alcalde de la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor), también se querelló contra las personas que lo relacionaran con el seguimiento. Según recogió en su información El Mundo, Castellano, vecino de Escámez, entregó a Corpas una tarjeta del jefe de escoltas. Castellano dijo después que tenía la tarjeta para aclarar que él no estaba relacionado con ETA, como llegaron a mantener servicios de seguridad de San Fernando.

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