El PP presenta candidaturas en el 99% de los municipios vascos y el PSE llega casi al 80%

El Partido Popular ha logrado presentar listas electorales en 246 de los 250 municipios de las tres provincias vascas. Hace cuatro años sólo formalizó 189 candidaturas. Los socialistas también han hecho un esfuerzo especial para llegar a 193 localidades mientras que cuatro años antes sólo se presentaron en 146 municipios. Sin necesidad de acordar candidaturas conjuntas, como pretendía el PP, los dos partidos contrarios a los planes de independencia del Gobierno vasco han conseguido presentar la mayor oferta de su historia a unas elecciones municipales en el País Vasco.

El asesinato por ETA de seis concejales del PP, dos del PSE y uno de UPN desde las elecciones locales de 1999 hizo presagiar serias dificultades para ambos a la hora de concurrir a los comicios del 25 de mayo. El goteo de dimisiones de ediles, sobre todo del PSE, que seguía a esos asesinatos reforzó ese temor. Los resultados han desmentido aquellos presagios. Ambos partidos han logrado presentar más candidaturas a unas elecciones municipales que nunca. De hecho, el PP será la única fuerza política que presente listas en prácticamente todos y cada uno de los municipios vascos, aunque para ello ha debido incluir en ellas a 1.300 personas (de las 3.250 que han de movilizarse para llenar todas las listas) de fuera de la comunidad vasca.

Los socialistas, por el contrario, han optado por contar exclusivamente con las fuerzas de su organización en esa comunidad, y sólo incluir de manera testimonial algunos nombres foráneos a la cola de sus listas por compromisos especiales con esas personas.

Los socialistas sólo concurren en todos los municipios en Álava, pero no han logrado el pleno ni en Vizcaya ni en Guipúzcoa. "No lo habíamos conseguido tampoco antes", afirma el responsable de política municipal, Dimas Sañudo, concejal y candidato a la alcaldía de Bilbao y objeto también de ataques y amenazas. "No quiero criticar al PP, pero lo cierto es que ha tenido concejales auténticamente fantasmas en este mandato, que recogieron su acta y nunca más volvieron y nosotros no hemos querido hacer listas irreales", explica Melchor Gil, responsable de organización del PSE de Vizcaya.

El PSE, con 8.000 afiliados, se vio desbordado por las muestras de solidaridad para completar las listas y adoptó como objetivo el de presentar candidaturas sólo en aquellos municipios donde no teniendo concejales ni agrupación el partido ha obtenido el 5% del voto en alguna otra elección. Resultado de todo ello es su presencia en los 51 municipios alaveses (35 en 1999), en 88 de los 111 de Vizcaya (62 en 1999) y en 53 de los 88 de Guipúzcoa (en 1999 fueron 48). Salvo excepciones (Rosa Díez, en Ondarroa; Rodolfo Ares, en Lekeitio, o José Manuel Freire en Oyarzun), los socialistas encabezan sus listas con vecinos del municipio, que proveen también los puestos de salida esperados.

El PP (4.500 afiliados en Euskadi) encabeza un 30% de sus listas, aunque se trata de municipios pequeños y sólo en Guipúzcoa y Vizcaya, con militantes de fuera del País Vasco, según reconoce su secretario general, Carmelo Barrio. "En general, en los ayuntamientos gobernados por Batasuna, con excepciones como Llodio en Álava, no logramos personas dispuestas a presentarse con nosotros. Y, sin embargo, son sitios donde obtenemos votos. Hemos querido responder a esos votantes", explica Barrio. El secretario general del PP usa como ejemplo el de Agurain, en Álava: "En 1999 no teníamos gente dispuesta, pero había votos, presentamos como cabeza de lista al propio candidato a diputado general, Ramón Rabanera, y sacamos un concejal. En las generales de 2002, ganamos en esa localidad".

"La gente se ha volcado"

Tanto unos como otros coinciden en señalar que, pese al difícil momento, su gente se ha volcado. "Por supuesto, se lo piensan, pero una vez dado el paso, van hasta el final", asegura el socialista Melchor Gil, que ha tenido que comunicar a muchos de los candidatos la parte del trato más difícil de abordar: que a partir del día de publicación de las listas deberán aceptar la compañía de dos escoltas, en una protección que ante la campaña se ha acordado con el Departamento vasco de Interior hacer extensiva, no ya sólo a los actuales cargos electos, sino incluso a los meros candidatos.

El PP lleva en su candidatura de Bilbao al presidente del Gobierno, José María Aznar; al presidente del Foro Ermua, Vidal de Nicolás; a la presidenta de la Fundación para la Libertad y ex dirigente socialista, Edurne Uriarte, y a los escritores Iñaki Exkerra y Germán Yanke. Carlos Trevilla, ex secretario general de la UGT en Euskadi, es el único candidato testimonial en la lista del PSE en esa misma ciudad. En Vitoria, el PP lleva al líder de los populares vascos, Jaime Mayor Oreja, además de a la ex socialista Carmen Asiain y del ex parlamentario del PNV Javier Guevara. También están la directora de la revista Papeles de Ermua, Inmaculada Castillo y Unai Urruela, hijo de la profesora de la UPV Gotzone Mora. La del PSE la cierra el presidente del partido en Álava, Mario Onaindia, precedido de Marta Buesa y Quico Tomás y Valiente, hijos de dos asesinados por ETA. El fichaje más serio del PSE ha sido el ex peneuvista Emilio Guevara, a través del que esperan enganchar con el espíritu de los nacionalistas moderados descontentos con la política de Ibarretxe.

El profesor Mikel Azurmendi, que abandonó el País Vasco por amenazas, y la portavoz del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Cristina Cuesta, apoyan la lista del PP en San Sebastián, mientras el PSE tendrá a Cristina Alberdi, Mireia Lluch (hija del ex ministro socialista asesinado por ETA) y a la eurodiputada y viuda del senador Enrique Casas, asesinado en 1983, Bárbara Dührkop.