Una familia 'disfuncional' une al clan Douglas

Terapia de grupo o, como prefiere Michael Douglas, "una carta de amor para toda la familia". El estreno estadounidense de It runs in the family ha reunido en la pantalla a una de las dinastías más poderosas de Hollywood, la saga de los Douglas, un apellido que en esta industria parece sinónimo de realeza. Kirk Douglas, de 87 años; su hijo Michael, de 59, y su nieto Cameron, de 25, además de Diana Douglas, la primera esposa del patriarca, reunidos en esta tragicomedia de tintes humanos que, al margen de la opinión de la crítica, atraerá a los espectadores gracias a esta reunión histórica en su reparto. "Son claras las similitudes entre la familia que interpretamos y la nuestra", reconoce con honestidad y humor Michael Douglas, ganador de un Oscar como productor y otro como actor, además de estar casado con Catherine Zeta-Jones, 25 años más joven y madre de su último hijo, Dylan, y de ese otro en camino. "Pero tampoco son tantas, al margen de ser una familia disfuncional, y ¿cuál no lo es en estos momentos?", agrega con el orgullo de haber podido hacer realidad un proyecto en el que el clan Douglas llevaba tiempo interesado.

Kirk Douglas: "¿Retirarme? Uno se retira cuando está muerto, y uno está muerto mucho tiempo"

Michael Douglas: "Buscamos que todos tuviéramos un buen papel y nadie fuera el malo de la película"

Michael Douglas. Fue difícil encontrar el guión adecuado, y ésa fue la mayor batalla durante años, contar con una historia en la que todos tuviéramos un buen papel y nadie fuera el malo de la película. Tras el 11 de septiembre, me di cuenta de que me había cansado de esperar y de que era el momento de unir a la familia. Al menos, de hacer algo juntos mi padre y yo. Lo de Cameron fue una sorpresa muy agradable, porque nunca había pensado en sumar una tercera generación al proyecto.

Kirk Douglas. Cameron tiene tanto talento que más me vale que sea amable con él. Alguien que nunca había pensado en ser actor y a quien nunca habíamos animado en estas lides pero que, como me descuide, será al que tenga que pedir trabajo.

Cameron Douglas. Mi interés siempre ha sido la música, pero en el último año, año y medio, se me había pasado por la cabeza lo de la interpretación y ahora que lo he probado quiero seguir en ello hasta dar lo mejor de mí mismo.

Michael Douglas. Lo más divertido fue hacerle la propuesta al director, Fred Schepisi, una vez que Kirk y yo habíamos firmado. Cuando le comenté la posibilidad de trabajar con Cameron, aunque no tenía mucha experiencia, dijo que podíamos probar, pero cuando añadí que tenía que conocer a mi madre para el papel de esposa de Kirk empezó a sentirse en medio de un complot familiar.

Pregunta. ¿Hubo retoques en el guión para que se asemejara más al clan Douglas?

Michael Douglas. Se trata de un guión escrito por Jesse Wigutow que siempre incluyó las tres generaciones, donde yo iba a ser Asher y Cameron siempre fue un DJ con problemas de drogas en la escuela. Además, siempre fue una familia judía. Al margen de estos detalles, sí es cierto que mi padre aportó miles de anotaciones que incorporamos a la historia para mejorarla.

Kirk Douglas. Siempre me asombró que durante mi carrera me consideraron un actor difícil. De hecho, mi amigo Burt Lancaster me solía presentar como el actor más difícil de la industria. Bueno, el segundo, solía añadir. Pero siempre he considerado que hacer una película es una labor de colaboración, que todos podíamos aportar nuestra parte. Y ahora me hacen sentir culpable por haber aportado mucho, pero diré que Michael es un maravilloso productor porque aceptó todas mis anotaciones.

Pregunta. Y cómo actor, ¿qué ha descubierto de él al trabajar juntos?

Kirk Douglas. Nunca animé a Michael a ser actor. De hecho, la primera vez que le vi en una obra pensé que quería ser abogado, así que cuando me preguntó qué me había parecido le dije que terrible y que debía de centrarse en la abogacía. Cuando me invitó dos meses más tarde a la misma obra me di cuenta de que eso era lo que quería y creo que desde entonces ha sido estupendo en todo lo que ha hecho.

Michael Douglas. Para mí ha sido una experiencia maravillosa, en especial apreciar a mi padre y a mi madre trabajando juntos tras estar divorciados desde hace 50 años. Por mucho que siempre hayan mantenido una buena relación. He podido admirar su tenacidad, su disciplina y su fuerza. Y el hecho de que también es un buen productor.

Pregunta. A estas alturas están claras las ventajas de apellidarse Douglas, pero ¿cuáles son las desventajas?

Cameron Douglas. Dado que uno no elige la familia a la que va a pertenecer, siempre hay problemas, especialmente cuando uno está creciendo. Pero son trabas que se van superando, y ahora me siento muy orgulloso de la familia a la que pertenezco. Creo que las ventajas superan con mucho a las desventajas.

Michael Douglas. Mi padre escribió en sus memorias que nunca recibió una palmada de afecto de mi abuelo. Yo sí la recibí de mi padre. Siempre fue un apoyo, pero también fue alguien que me impuso. Como actor, con sus 86 películas, había años en los que hacía tres y cuatro filmes, así que le quedaba poco tiempo para la familia. Pero, como le suelo decir, ha cambiado mucho, primero el accidente de helicóptero que sufrió a los 70. Fue toda una revelación en la que vio la muerte de cerca. Y luego la embolia fue como un electroshock.

Kirk Douglas. Siempre les he dicho a mis hijos que, como mi familia venía de la más espantosa pobreza, yo sólo podía ir para arriba. Pero si hubiera tenido un padre estrella, con tanto dinero, probablemente me hubiera dedicado a los caballos.

Pregunta. Sin embargo, incluso cuando lo tiene todo, familia, carrera, dinero, sigue sin pensar en retirarse.

Kirk Douglas. ¿Retirarme? Uno se retira cuando está muerto, y uno está muerto mucho tiempo. Pero, para mí, proyectos como It runs in the family no son más que la cima de mi carrera.

Michael Douglas. Estoy de acuerdo. ¿Por qué retirarse cuando uno ama lo que está haciendo? Ésa es la maravilla de nuestro negocio, que lo puedes seguir haciendo toda la vida.

Kirk Douglas. Además, no puedo retirarme, porque desde la embolia tengo el monopolio en esta industria, y cuando quieren a un anciano que renquea, tienen que llamarme.