España se prueba el dibujo del Madrid

Iñaki Sáez ha escogido el partido ante Armenia como laboratorio para resolver el enigma Valerón. La evidencia del talento del jugador del Deportivo está lastrada por otra certeza: su posición natural coincide con la de Raúl, ambos por detrás del ariete clásico, que en esta ocasión será Diego Tristán. Como la jerarquía de Raúl no se discute, se he llegado a una especie de trashumancia de Valerón, medio centro en algunos partidos, media punta en otros, centrocampista a la manera de Zidane en León, donde el equipo español funcionará con el muy peculiar dibujo del Real Madrid. No habrá un extremo izquierda porque Valerón partirá desde ese lado para desplegar su ingenio por libre. En busca de más coincidencias con el esquema que diseñó Del Bosque para acomodar a Zidane en el Madrid, la selección utilizará a Raúl Bravo en plan Roberto Carlos, con un largo recorrido en las dos direcciones.

Es posible que el experimento no santifique la ubicación de Valerón, jugador que mejora en la medida que se acerca al área, primero por su capacidad para encontrar socios en una zona donde a los demás se les funden las luces y, segundo, porque no dispone ni de las facultades físicas, ni de la mentalidad, para realizar grandes esfuerzos defensivos. Su problema es que Raúl es insuperable en ese puesto. A todas sus prestaciones futbolísticas añade los goles, cualidad poco reseñable en Valerón.

Pero también es cierto que resulta inexplicable la ausencia de Valerón en un equipo donde abundan los buenos jugadores, pero donde faltan maestros, con la excepción de Raúl. Y Valerón es un maestro en lo suyo. Sáez lo sabe y anda rumiando una solución a un problema que se declaró con toda su complejidad en el Mundial. Por un lado está la necesidad de incluirle en el equipo titular y por otro se observa su difícil encaje en el dibujo de la selección, aunque finalmente siempre queda el recurso más sencillo: Raúl de delantero centro y Valerón en la media punta.

Será interesante ver al jugador canario como sucedáneo de Zidane. Talento para funcionar le sobra. Sin embargo, es indiscutible la superioridad física de Zidane sobre Valerón para moverse desde una posición que exige un cierto recorrido y alguna contribución defensiva. Y también es seguro que Raúl Bravo no es Roberto Carlos. Nadie es Roberto Carlos para esas misiones en la banda izquierda, porque ningún jugador en el mundo causa tanto impacto desde posiciones tan retrasadas.

A Raúl Bravo, un chico vigoroso con unas condiciones físicas espectaculares, le tocará asumir un papel para el que muy pocos futbolistas están preparados: jugar como extremo, defender como lateral y ocuparse de los espacios que probablemente abandonará Valerón.

La impresión es que Armenia es el tipo de equipo que permite esta clase experimentos. No pertenece al furgón de cola del fútbol, pero tampoco parece un adversario considerable. Sáez ha decidido utilizar a Tristán en la punta del ataque, como no podía ser de otra manera. España juega en casa frente a un rival sencillo. Costaría entender la ausencia de un ariete, sobre todo por las garantías que ofrece Raúl como segundo delantero.

En el medio campo, Albelda tiene la titularidad más asegurada que nunca. Favorito como es del seleccionador, su función defensiva se acentuará para cubrir las espaldas de Valerón y Raúl Bravo. Será a la selección lo que Makelele al Madrid. Para acentuar definitivamente el rasgo, Helguera regresa al centro de la defensa, donde las carencias son manifiestas en los últimos tiempos.

Para España el partido tiene trascendencia. Es hora de despejar definitivamente el panorama en la clasificación. La victoria dejaría a la selección a medio paso de la clasificación, pues sus dos principales adversarios, Ucrania y Grecia, tendrán que jugar en España los partidos decisivos.

Alineaciones

España: Casillas; Salgado, Marchena, Helguera, Raúl Bravo; Xavi, Albelda; Etxeberria, Raúl, Valerón; y Diego Tristán.

Armenia: Berezovsky; Dojoyan, Bilibio, Vardanyan, Mkrtchan; Sarkisyan, Voskanyan, Petrosyan, Jachatryan; Arman Karamyan y Artavazd Karamyan.

Árbitro: Alon Yefet (Israel).