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LOS DEBATES DE EL PAÍS UNIVERSIDAD: ARTÍCULOS DEL MES
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Qué más hace falta

El pasado día 15 de febrero millones de personas dijeron "no a la guerra, paz ahora" y constatamos lo que vienen reflejando las encuestas de toda Europa, España es el país que más rechaza la guerra. Hemos visto que el Gobierno de Aznar no está representando los deseos de su pueblo y patria, y que el Gobierno, el partido que lo sustenta, el presidente que lo dirige y todos los cargos orgánicos e institucionales de esa misma fuerza política que han dado apoyo a la guerra, están solos.

El mundo entero ha clamado por la paz. El mundo entero ha pedido que se evite la guerra. El mundo entero ha solicitado que, si se tiene que desarmar a Irak porque se demuestra que hay armamento de destrucción masiva, se haga bajo el amparo de la ONU y con un acción concreta, no una guerra indiscriminada. El mundo entero, incluso el pueblo de Estados Unidos, ha pedido que las Naciones Unidas sean la garante del orden internacional y que no entremos en la senda del unilateralismo. El mundo entero trabajó el pasado 15 de febrero por la paz, bueno, casi todos. Una minoría, en la que se encuentra nuestro presidente del Gobierno, trabajaron por la guerra. Trabajaron por la guerra porque siguen justificando su necesidad y anunciando su inminente inicio basándose en unas pruebas que nadie cree que justifiquen la guerra, y sus consecuencias directas e indirectas, inmediatas y a largo plazo, para el mundo en general, pero especialmente para el pueblo iraquí.

De nada han servido los intentos de confundir a la ciudadanía con un folleto o con una entrevista al presidente. Lo que no se atrevieron a hacer con el Prestige, justificar su posición con un folleto, lo hicieron con la guerra. El lema no es como el de aquellos que rechazan la Guerra, espontáneo y sincero, simplemente: "No a la Guerra". El lema del folleto está hecho por una empresa y su objetivo era claro, confundir. Por si no lo has tenido en tus manos, te diré que el lema era "Por la paz. Por nuestra Seguridad". Yo creo que en el fondo lo que quiere decir es que hay que estar en paz con Bush y que hay que tener la seguridad de contar con suficiente petróleo.

Los cinco ejes de la campaña para justificar su posición empezaban con "Deseamos la paz y trabajamos por la paz". No sé que os parecerá, pero que sigan diciendo esto a estas alturas puede significar que minusvaloran nuestra inteligencia. Si fuera verdad apoyarían la iniciativa planteada por Francia y Alemania, y no habrían comprometido ya nuestro voto en el Consejo de Seguridad con las posiciones de la Administración Bush, como a todas luces han hecho ya.

Miedo me da ver ese tipo de afirmaciones, pues si con todo lo que desean y por lo que trabajan lo hacen igual, prepárense que estamos perdidos. El folleto lo calificaría como un cúmulo de cinismo.

Todo vale para justificarse, o eso es lo que parece. Son capaces hasta de cambiar la programación de la televisión que pagamos todos con nuestros impuestos para insertar programas sobre guerras químicas. Sin duda, para algunos el fin justifica los medios. Se empieza por meter miedo en la tele, se sigue enviando panfletos cargados de frases bonitas que confunden, y se acaba apoyando una guerra.

Después de haber visto ese clamor social que ha gritado "No a la Guerra", me pregunto qué más hace falta para parar la sinrazón. Hay que seguir, pues somos más y con la mejor arma, la palabra. Un arma que han desechado algunos demostrando nuevamente, que tienen una forma muy peculiar -y ahora evidente- de ser y de actuar.

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