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Más de 200 voluntarios retiran 3,6 toneladas de galipote en zonas de roca

Naiara Galarraga Gortázar

Convocados por siete asociaciones ecologistas, naturalistas o de surfistas, 224 voluntarios recogieron ayer 3,6 toneladas de galipote en zonas rocosas de la costa de Vizcaya. No se trataba únicamente de limpiar el fuel vertido por el Prestige, sino también de protestar por que la Administración vasca todavía no se ha centrado en retirar el fuel de calas y zonas de rocas. Las asociaciones organizaron por su cuenta y riesgo a los voluntarios, pese a los llamamientos del Gobierno autónomo de que sólo operarios contratados recojan el fuel.

Los voluntarios trabajaron toda la jornada repartidos entre Zumaia, Ea, Urdaibai, Armintza, Plentzia, Barrika y Sopelana. "Lo que nosotros pedimos no es que nos llamen para limpiar las zonas rocosas, sino que se limpien", explicó Joserra Ortiz, de la asociación naturalista Txipio Bai.

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Las siete asociaciones consideran que el Ejecutivo ha estado "acertado" al enviar a la flota a recoger chapapote en el mar. Pero le exigen "la misma capacidad de reacción para limpiar los acantilados y las rocas, que suponen el 90% de la costa vasca", explicó Ortiz.

Txipio Bai organizó la jornada de limpieza-protesta junto a Ekologistak Martxan, la asociación de estudio de aves rapaces Sear, el Taller de Ecología de Gernika, la asociación naturalista de Zumaia y los clubs de surf de Peña-Txuri y Barrika. Los propios voluntarios y los colectivos convocantes pagaron todo el material que usaron para recoger el fuel.

Estos colectivos sostienen que, aunque el Gobierno vasco ha aprobado esta semana un plan de limpieza de acantilados y zonas rocosas, que no prevé la participación de voluntarios en las tareas, lo cierto es que nueve semanas después de la llegada del galipote a Euskadi aún no existe un operativo detallado con plazos y lugares para actuar en acantilados y calas. Por eso urgen al Ejecutivo a que lo elabore, lo aplique y, si los profesionales resultan insuficientes, llame a los voluntarios.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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