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Ciclistas y peatones piden que el carril para bicis no se haga a costa de las aceras

Blanca Cia

Cada vez hay más usuarios de bicicletas en Barcelona, actualmente unos 30.000. Sin embargo, lo que debería ser algo beneficioso para el propio ciclista y para la movilidad de la ciudad está provocando problemas de convivencia. Cuatro entidades firmaron ayer un manifiesto para pedir al Ayuntamiento de Barcelona que la promoción del uso de la bicicleta y la implantación de infraestructuras ciclistas no se realicen en detrimento de la comodidad y seguridad de los viandantes. Es decir, para acabar con los carriles-bici pintados en las aceras, como los de Gran Via y Diagonal. Pero también con el sistema del pintado de carriles en las calzadas sin otro medio que realmente evite las constantes invasiones -o estacionamientos- de otros vehículos, ya sean motocicletas o turismos. Ése es el caso de Diputació y Consell de Cent.

El manifiesto reclama una profunda reforma del actual modelo de movilidad. Los firmantes del acuerdo -Amigos de la Bici, Barcelona Camina, Bicicleta Club de Cataluña y la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona- aseguran que la convivencia "obligada" entre viandantes y ciclistas en el mismo espacio responde a un "diseño inadecuado" de la calzada.

Barcelona ha ido ganando carriles destinados a los ciclistas en este mandato, pero en parte lo ha hecho a costa de los peatones y sin atreverse a ganar ese espacio a los vehículos, según reconocen los propios responsables municipales de circulación. Esa situación está generando quejas, incivismo y situaciones de peligro.

"Necesitamos un espacio seguro para desplazarnos a pie y una conexión directa y eficaz al margen de los peligros del tráfico y de los colapsos para cubrir los trayectos más largos en bicicleta", afirman los firmantes. Según las entidades, "es un error estratégico pretender mezclar estas necesidades o separarlas sólo con una raya de pintura", y aseguran que el conflicto generado por la doble ocupación de la acera sólo favorece los intereses de los conductores.

Las entidades también han pedido que se establezca el "principio de defensa" del que es físicamente más vulnerable en el tráfico, con independencia de la conducta, correcta o incorrecta, de estas personas.

Según este principio, como expresa el manifiesto, el responsable de los daños en caso de accidente siempre será quien lleve una máquina de mayor potencia, en una escala que va desde las bicicletas hasta los vehículos más pesados.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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