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Entrevista:JEAN-MICHEL COUSTEAU | Oceanógrafo | CATÁSTROFE ECOLÓGICA | La opinión de un experto internacional

"La decisión de alejar el 'Prestige' fue equivocada, muy equivocada"

Patricia Ortega Dolz

Madrid

Jean-Michel Cousteau, hijo del legendario oceanógrafo Jacques Cousteau, estuvo el sábado en Madrid con motivo de la feria Tourbuceo. Durante su visita, aprovechó para hablar largo y tendido sobre la catástrofe del Prestige, que ha conocido de primera mano después de visitar las costas gallegas. Cousteau prepara un documental sobre el desastre ecológico y social. Para el oceanógrafo, el del Prestige es el accidente más dramático de los últimos años, "mucho más que el del Erika (Francia, diciembre de 1999) o el del Exxon Valdez (Alaska, marzo de 1989)".

Pregunta: ¿Por qué es distinto el desastre del Prestige de las otras mareas negras?

Respuesta: Hay deferencias por varias razones. La principal es que en este caso el petróleo sigue saliendo. Es descorazonador. La gente limpia las playas un día y, al siguiente, tiene que limpiarlas otra vez. Además, ha afectado a mucha más gente que cualquier otro desastre. El del Exxon Valdez fue dos veces y media más pequeño, ocurrió en un sitio donde solo vivían pocos miles de personas y la toxicidad del fuel no era tan mala. El del Prestige es tan tóxico como el del Erika. Y el accidente del Erika ha sido malo, pero no tanto como este. Lo único bueno de que siga saliendo petróleo del pecio es que el accidente no se olvida de inmediato. Esto nos da la oportunidad de poder seguir hablando y presionar sobre los que toman las decisiones, en los gobiernos y en las empresas del sector.

"Hay que ocuparse de la degradación social que se produce en la zona de la marea negra"
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P. ¿Qué es lo más dramático que vio en Galicia?

R. Toda una comunidad completamente devastada. Unas gentes, al mismo tiempo deprimidas y revolucionadas porque no era la primera vez que sufrían una marea negra. Gentes que sentían que el Gobierno les había abandonado, que no se estaba preocupando lo suficiente, que había tomado decisiones equivocadas y encima no les apoyaba y no les ayudaba para poder enfrentarse a la catástrofe. Ha sido muy duro porque ha dado de lleno en la forma de vida de muchas personas.

P. ¿Usted también cree que las autoridades se equivocaron al alejar el barco?

R. Absolutamente. No estoy para nada de acuerdo con la decisión de alejar el barco. Es equivocada, muy equivocada. Si alguien tiene problemas, lo que hay que hacer es ayudarle. Deberían haber convencido a la tripulación de que lo mejor era llevar el barco a puerto o a una bahía y cerrarla. Si se hubiera hecho así, el daño habría sido mínimo y gran parte del fuel que está saliendo ahora se habría recuperado. Ha sido una decisión equivocada.

P. Usted estudió y describió en artículos las enormes consecuencias sociales que desencadenó la catástrofe del Exxon Valdez en Alaska...

R. Sí, se produjeron fenómenos muy negativos. Los grupos de población autóctonos perdieron su modo de vida, se disparó la tasa de divorcios, se emponzoñaron las relaciones entre las empresas pesqueras y las conserveras, muchos jóvenes abandonaron el hogar, y se registró un aumento de los problemas mentales, del consumo de drogas y del alcoholismo. Y se llenaron las cárceles, porque aumentó la delincuencia.

P. ¿Puede esperarse algo parecido en Galicia?

R. Habrá consecuencias similares o peores, porque en este caso hay más gente afectada que en Alaska y la mayoría depende del mar para su subsistencia. Más aún, ya está ocurriendo. Mucha gente está profundamente mutilada desde un punto de vista mental.

P. ¿Qué cree que se debe hacer ahora con el pecio, que aún guarda miles de toneladas de fuel?

R. Se debe intentar recuperar el fuel antes de que llegue a las costas de nuevo. Existen sistemas de bombeo que pueden funcionar. Hay que proteger a los trabajadores. Hay que ocuparse de la degradación social que se está produciendo en la zona. Hay que velar para que se produzcan problemas de salud. Creo que se debería tener listo un estudio que explique las consecuencias sociales de un accidente de este tipo.

P. ¿El Prestige es una bomba de relojería como dicen algunos expertos?

R. Está fuera de control. Queda mucho trabajo por hacer desde el punto de vista científico y desde el punto de vista de la salud. Y también se tiene que trabajar mucho en la recogida de fuel. Se necesita más ayuda internacional.

P. En la lucha contra las mareas negras, ¿cuál es ahora el principal objetivo?

R. Cambiar las leyes y los reglamentos para garantizar que no vuelva a pasar otra vez. Hay que convencer a los líderes políticos, al más alto nivel, de que debe ser así. Hay que poner estaciones de emergencias a lo largo de todas las costas europeas para que cuando se produzca un nuevo accidente, que lo habrá, todo esté listo para acudir inmediatamente y ayudar con personal y medios. Es mucho menos costoso que lo que se tiene que hacer ahora con el vertido del Prestige.

P. Está preparando un documental sobre el desastre del Prestige, ¿Cuál es el enfoque y la finalidad?

R. Mi punto de vista es atender fundamentalmente el impacto social del desastre ecológico. Me interesa que hable la gente afectada. Nosotros iremos a verles y hablaremos con ellos. Espero que lo que digan las víctimas de la marea negra sea suficiente para convencer a los que deciden de que hay que cambiar las leyes.

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Sobre la firma

Patricia Ortega Dolz
Es reportera de EL PAÍS desde 2001, especializada en Interior (Seguridad, Sucesos y Terrorismo). Ha desarrollado su carrera en este diario en distintas secciones: Local, Nacional, Domingo, o Revista, cultivando principalmente el género del Reportaje, ahora también audiovisual. Ha vivido en Nueva York y Shanghai y es autora de "Madrid en 20 vinos".

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