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Los políticos exhiben en Fitur su complacencia por el comportamiento del turismo en la región

El nuevo modelo de pabellón provincializado entierra la polémica de años anteriores

El sector turístico andaluz vivió ayer la jornada inaugural de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur) de una forma poco habitual: sin polémica. El nuevo reparto del pabellón andaluz por provincias y la amplitud con la que se ha diseñado el espacio ha enterrado los recelos habituales en ediciones anteriores. El ambiente festivo envolvió de tal forma el pabellón número 5 de Ifema que el sector, al menos sus responsables políticos, parecen ajenos a los augurios de dificultad que se pronostican para 2003, que se presenta plagado de incertidumbres para una actividad que necesita de la estabilidad económica y política.

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Y es que el leve crecimiento de la actividad el año pasado, en contraposición a la crisis por la que atraviesan comunidades consideradas potencias como Baleares o Canarias, parecen aportar motivos para la autocomplacencia.

Esta satisfacción quedó patente en cada uno de los discursos de las numerosísimas autoridades andaluzas que ayer se pasearon por Fitur. "Nuestra ciudad ha superado el estancamiento de forma más airosa que otros destinos", dijo en alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín (PSOE), quien atribuyó esta circunstancia a los encantos de la capital hispalense, aunque recordó que "hay que incorporar a la actividad un esfuerzo continuado por la búsqueda de la excelencia".

En muy parecidos términos se expresó el presidente de la Diputación y del Patronato de Turismo de Granada, José Luis Rodríguez Tabasco: "Hemos atravesado un año muy difícil, pero en el que hemos conseguido mantener nuestra pujanza".

La consigna de la delegación andaluza en Fitur parece ser así que no hay que desfallecer y que esta feria puede ser un buen momento para el disfrute, pese a que, como ha quedado patente en los simposios que se celebran de forma paralela a la feria y en el propio acto de inauguración oficial, que presidieron los reyes, 2003 ofrece importantes incertidumbres para el turismo por el posible ataque bélico contra Irak y por la crisis económica de Alemania, el segundo país emisor de turistas a Andalucía tras Reino Unido.

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Ánimo del consejero

El consejero de Turismo y Deportes, Antonio Ortega (PA), invitó a no caer en el desánimo. "Lamentablemente tenemos ahí esas amenazas, pero la realidad también es que cada año vamos superando nuestros propios récords, que Andalucía se ha consolidado como un destino de primer orden mundial y que tenemos retos importantes como mejorar la calidad de nuestra oferta y mantener un crecimiento sostenido y sostenible, y tenemos que seguir haciendo nuestro trabajo y poner el acento en la promoción para abrir nuevos mercados y nuevas posibilidades para tener una demanda más equilibrada y que no quede tan a expensas de determinadas circunstancias", dijo.

Para el turismo andaluz, Fitur resulta de especial interés, dado el importante crecimiento que en los dos últimos años ha experimentado el flujo de turistas españoles, que suponen el 55% del total. Uno de cada cinco españoles que viaja elige Andalucía.

Además, por primera vez en muchos años, la satisfacción con el espacio y el diseño el pabellón andaluz es común, lo que sin duda contribuyó ayer al contagio de la distensión y el relajo. Cada uno de los ocho patronatos provinciales disponen en esta edición de más espacio el que han tenido nunca en Fitur, un expositor de 800 metros cuadrados cada uno de ellos y un bar propio de otros 20 metros cuadrados en el que se emula el ambiente tradicional de las casetas de feria. El expositor de Andalucía, que es el mayor de la feria y ocupa todo el pabellón 5 de Ifema (unos 8.000 metros cuadrados), se caracteriza este año por su amplitud, espacios diáfanos y su iluminación, todo lo contrario que en la edición anterior, si bien se ha perdido el concepto de espacio único que se trató de conseguir en 2002 con la polémica plaza central. Ortega justificó el radical cambio de rumbo impreso por la consejería a su presencia en la feria en que "hemos trabajado para que todo el mundo pueda obtener la rentabilidad que se le presume a un acontecimiento de estas características". "Ese es nuestro objetivo y si el espíritu con el que se ha concebido el pabellón es del agrado de todo el mundo, pues estaremos muy satisfechos", agregó.

Una de las personas más críticas con el diseño el pasado año, la gerente del Patronato de la Costa del Sol, Ana Gómez, reconoció: "Este año Andalucía ha conseguido una representación muy digna, es una participación muy buena". También el presidente de la patronal hotelera andaluza, Miguel Sánchez, mostró su satisfacción: "Esto está muy bien, aquí ya nadie se puede quejar, hay espacio para todos y para todo, otra cosa es que se haga más o menos negocio, el uso que se le de, que es lo importante".

Un técnico de Turismo Andaluz interpretó de forma muy particular la superación del debate sobre los espacios: "Aquí lo verdaderamente importante es el bar, y este año todos están contentos porque cada uno tiene el suyo, cuando el año pasado había uno para todos".

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