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El vertido contamina los juzgados | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Cardenal tramita la denuncia de un 'ultra' contra Nunca Máis

La fiscalía rechaza habitualmente escritos de Manos Limpias sobre todo tipo de asuntos

Carlos E. Cué

El fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, ha decidido dar trámite con celeridad a una denuncia por estafa contra la plataforma Nunca Máis presentada por Manos Limpias. Este grupo se autodenomina "sindicato de funcionarios", aunque carece de representantes en las instituciones. Lo lidera Miguel Bernad, ultraderechista declarado que se dedica básicamente a presentar denuncias sobre todo tipo de asuntos. Un portavoz de la Fiscalía General del Estado admite que casi todas se rechazan, pero esta última, alega, "tenía más datos".

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La institución que dirige Jesús Cardenal ha enviado la denuncia al fiscal jefe de Galicia, Ramón García Malvar, sólo tres días después de que la presentara Manos Limpias. La fiscalía general sostiene que no ha calificado la demanda de ninguna manera: se ha limitado a trasladar a Galicia una denuncia por casos sucedidos allí.

Este grupo se dedica a denunciar cualquier asunto con visos de corrupción que sale en la prensa aunque, según se puede ver en su página web, están especializados en reclamar por quemas de banderas en el País Vasco y Cataluña, actuaciones del PNV o asuntos que tengan que ver con el PSOE. Han llegado a denunciar al juez Baltasar Garzón por "filtrar" el informe médico del dictador Augusto Pinochet, e incluso a los fabricantes de la píldora Viagra.

En la fiscalía general admiten que les llegan denuncias de este colectivo cada semana. "Son viejos conocidos en la casa", ironizan. Sistemáticamente, ésta y otras instituciones rechazan los escritos porque son cantos al sol. Pero esta vez ha sido diferente. Tanto que la fiscalía ha tramitado la denuncia en sólo tres días: entró el lunes.

Algo más tuvieron que esperar el eurodiputado José María Mendiluce, e Izquierda Unida. Ambos presentaron, por separado, denuncias por delito ecológico contra los ministros de Medio Ambiente y Fomento, Jaume Matas y Francisco Álvarez Cascos, por los vertidos contaminantes del Prestige. Mendiluce tuvo que esperar tres semanas, IU, una.

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Los escritos se enviaron al fiscal de Corcubión, cuyo juez investiga este caso. El departamento de Cardenal sostiene que se les dio el mismo trato que a la de Manos Limpias.

Ahora la demanda llegará al fiscal jefe de Galicia, que tendrá que decidir qué hacer. Ayer, incluso antes de que le llegaran los papeles, ya anunció que investigará "con todo el celo posible" la denuncia contra Nunca Máis. Malvar, el fiscal jefe, recibió recientemente una sanción de seis meses de suspensión de empleo y sueldo por interceder supuestamente en un caso de estafa bancaria de 2,9 millones de euros (482 millones de pesetas) a favor del hermano del presidente de la Audiencia provincial de Orense, donde él había estado destinado. La presunta estafa de la que Manos Limpias acusa a Nunca Máis ascendería a 85.900 euros (14,3 millones de pesetas).

Manos Limpias se declara sindicato de funcionarios pero no tiene representatividad ni delegados en ningún sitio. En Comisiones Obreras y UGT conocen a este grupo, entre otras cosas porque también presenta denuncias contra ellos. Como la ley no obliga a presentar el número de afiliados, "este sindicato fantasma podría estar compuesto por cinco amigos", comenta Salvador Bangueses, responsable de política institucional de CC OO.

Pero sobre todo, Manos Limpias es una máquina de elaborar denuncias de todo tipo. Sólo en su página web hay 124 de ellas, dirigidas contras casi todas las instituciones. Se han centrado en el PNV y los socialistas, especialmente en lo que se refiere a la Expo, pero también atacan a Emilio Botín, presidente del Banco Santander, o a los presidentes de todos los clubes de fútbol. Hasta ahora, no pasaban ni el primer filtro.

Su secretario general y factotum, Miguel Bernad, es un viejo conocido de la ultraderecha. Fue secretario general de Fuerza Nueva y del Frente Nacional, el nuevo nombre que se dio el partido de Blas Piñar. Hasta que creó Manos Limpias y se centró en las denuncias.

Bernad, funcionario del ayuntamiento de Madrid, había sido asesor del polémico concejal del distrito Centro, Ángel Matanzo, famoso por el cierre de discotecas, teatros, y sex shops. Al final, Matanzo rompió con el alcalde y se presentó en una lista con Ricardo Sáenz de Ynestrillas, un ultraderechista condenado a siete años por disparar ebrio a un joven que se negó a regalarle cocaína.

Tanto los socialistas, como el BNG y CiU, respaldaron a Nunca Máis y criticaron la decisión de Cardenal. Para CiU, "no es de recibo", mientras José Blanco, del PSOE, la calificó de "indecente".

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