El pleno, con la excepción del PP, pide la cesión plena del castillo de Montjuïc

El pleno del Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer con los votos de todos los grupos, excepto los del PP, una moción para modificar la situación jurídica y estatutaria del castillo de Montjuïc con el objetivo de que se permita la cesión plena a la ciudad de la cima de la montaña.

El Museo Militar y el reglamento por el que se rige esta institución desde que el 21 de julio de 1960 se creó el patronato que lo gestiona, responden a una época ya lejana. El documento fundacional mantiene en su texto frases como la recordada ayer por el teniente de alcalde de ERC, Jordi Portabella, que especifica que el museo "enaltece el recuerdo y lección de los caídos por Dios y por España en el foso de Santa Elena".

El Estado cedió al Ayuntamiento de Barcelona la propiedad del castillo en 1960, pero introdujo la cláusula de que debía dedicarse a los usos de museo militar, para lo cual se constituyó un patronato formado por el Ejército, el consistorio y la Diputación, y se desarrolló un reglamento de uso.

El presidente del grupo municipal del PP, Emilio Álvarez, se quedó solo defendiendo la continuidad del Museo Militar, que fue calificado de "anacrónico y belicista" por el resto de grupos en el pleno. Álvarez recordó que las grandes ciudades del mundo tienen museos destinados a sus ejércitos. El edil del PP añadió: "Pero si lo que molesta es que éste sea del Ejército español, que se diga".

En el debate sobre la recuperación de la cima de la montaña no faltaron tampoco pinceladas históricas sobre el papel represor que se ejerció desde el castillo de Montjuïc. No en vano se encargó de recordar el alcalde, Joan Clos, que desde allí, en siglos pasados, se ha bombardeado en tres ocasiones a la ciudad de Barcelona. Jaume Ciurana, concejal de CiU, intervino para señalar que lo que se aprueba es desmilitarizar el museo y la cima de Montjuïc.