Palabra de político
La palabra dicha nos compromete. Es un compromiso que todo hombre de bien está obligado a mantener hasta el final. Y si hablamos de la palabra de los políticos, el mantenimiento de lo dicho y escrito se hace doblemente exigible. Me estoy refiriendo a las declaraciones que el pasado febrero realizó el secretario de Estado de Fomento, Benigno Blanco, de que no se realizarían las obras de ampliación de la pista del aeropuerto de Hondarribia en contra de la voluntad de las autoridades autonómicas y provinciales de Guipúzcoa.
Aquellas palabras nos llenaron de esperanza a quienes vemos peligrar el futuro de nuestro barrio y, en general, a la mayoría de políticos y ciudadanos de Irún y Hondarribia. Por eso nuestra sopresa fue mayúscula cuando el grupo parlamentario del PP en el Congreso rechazó la propuesta del PNV, EA y PSOE que solicitaba la reconsideración del citado plan, y por eso muchos de nosotros hubimos de volver a leer las declaraciones antes citadas para confirmar que eran ciertas y no un engañoso sueño o una alucinación. Y es ese compromiso el que ahora reclamamos. El de quien comprometió su palabra y debe de cumplirla.