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LA POLÍTICA DEL AGUA

WWF-Adena opone al PHN la gestión racional de los recursos

Sara Velert

Ahorro, reutilización de aguas depuradas, modernización de regadíos y redes de abastecimiento, desalación, bancos de agua, desarrollo sostenible..., las alternativas a la construcción de trasvases y embalses previsto en el Plan Hidrológico Nacional (PHN) pasan por una gestión eficiente y racional de los recursos, posibilidad que el Gobierno no ha estudiado al detenerse en el análisis "simple" de que falta agua en parte del territorio. Así lo explicó ayer Guido Schmidt, responsable del programa de aguas continentales de WWF-Adena en un evento paralelo de la organización en la conferencia del Convenio de Ramsar sobre la conservación de humedales. Schmidt denunció que el PHN conduce "hacia un desarrollo insostenible" que se traduce, por ejemplo, en la previsión de incrementar en un 234% los apartamentos turísticos en Murcia, o en la construcción de 67 nuevos campos de golf en la costa. El responsable de aguas de WWF-Adena denunció que España se coloca con esta política hidráulica, que prevé 889 obras, fuera de la Unión Europea y la nueva directiva marco de aguas.

En su exposición, Schmidt señaló que son necesarios análisis detallados de las zonas a las que se designan recursos en el PHN para aplicar alternativas en cada caso. En las zonas urbanas las alternativas pasarían por recanalizar las expectativas de consumo y potenciar el ahorro, así como reducir las pérdidas en el transporte urbano y reutilizar los recursos. En el caso valenciano, Schmidt explicó que el PHN ignora los recursos subterráneos y los retornos reutilizables, e incidió en el ahorro derivado de la modernización del regadío, además de la posibilidad de recuperar recursos que se pierden en Castilla-La Mancha al mantener cultivos deficitarios y subsidiados por la Unión Europea. Mientras, en Almería y Murcia las alternativas exigen una nueva gestión de las demandas, el control de los pozos ilegales y un desarrollo urbano y del turismo sostenible.

Antonio Estevan, miembro de la Fundación Nueva Cultura del Agua, subrayó en el mismo acto que el déficit de agua "se ha construido" a través de las expectativas que creó el trasvase Tajo-Segura y que no ha podido cubrir. Estevan exigió "retornar al sentido común" y abordar la gestión racional de la demanda de los recursos. María Jesús García, de la Plataforma por la Defensa del Ebro, expuso por su parte los perjuicios ambientales y económicos para los habitantes del delta y su área de influencia.

Por otra parte, la Marcha Azul, que se opone al trasvase, llegó anoche a Castellón, donde fue recibida por dos centenares de personas.

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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