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Reportaje:

Una joya que se desintegra

El tráfico destruye la portada de Santa María de Sangüesa, obra maestra del Románico español

El tráfico está destruyendo día a día una obra cumbre del Románico español, la portada de la iglesia de Santa María de Sangüesa, del siglo XIII, catalogada como Monumento Nacional desde 1898. El Ayuntamiento de la localidad navarra aprobó en su último pleno una moción socialista apoyada por los demás grupos en la que exige al Gobierno foral que prohíba el paso de vehículos por delante de la portada del templo.

Si el Ejecutivo regional no corta el tráfico, lo hará el propio municipio. Sangüesa ha pedido además a la institución cultural Príncipe de Viana que informe lo antes posible sobre el estado de la portada y ha expresado su inquietud a los grupos parlamentarios y al Arzobispado pamplonés.

Las vibraciones y los gases que cada día producen cientos de vehículos que acceden y salen del centro de la localidad pasando a escasos metros de esta joya artística han causado en los últimos años, según la denuncia reiterada del consistorio, el continuo desprendimiento de elementos de la fachada y fragmentos de algunas de tallas, cuya piedra se está desintegrando.

El pasado mayo, cayeron al suelo dos piezas, guardadas inicialmente por un particular que las encontró en el suelo. Ya en mayo de 1999, el anterior alcalde de Sangüesa, Agustín Navallas, entregó al presidente foral, Miguel Sanz, un documento en el que proponía reordenar urbanísticamente la zona y proteger el entorno construyendo un nuevo puente sobre el río Aragón con apoyo financiero del Ejecutivo. Navallas, alcalde de una candidatura de izquierdas, solicitó el apoyo del Gobierno para cortar el tráfico cuanto antes. Tres años después, la nueva corporación, encabezada por una agrupación próxima a UPN, ha asumido la reivindicación planteada ahora por el PSN, que la llevará también al Parlamento foral, dado que los daños a un patrimonio de valor incalculable amenazan con ser irreversibles.

Las tallas del maestro de San Juan de la Peña y del maestro de origen francés Leodegarius, amenazadas de muerte si el tráfico sigue dañándolas, se están degradando paulatinamente en una fina arenilla que inunda el atrio de la iglesia. La riquísima portada de Santa María de Sangüesa atrae anualmente a miles de turistas y estudiosos que observan, pese a la incomodidad del continuo paso de vehículos, su sorprendente iconografía. Se trata, en realidad de dos portadas superpuestas que han generado siempre dificultades de interpretación a los expertos. Está coronada por un Cristo sedente, e incluye la saga noruega del héroe Sigurd, condenados sonrientes en el Juicio Final esculpido en el tímpano o un Judas ahorcado.

Supone un muestrario único en España que incluye representaciones religiosas, mitológicas y escenas de toda la sociedad medieval, con profetas, peregrinos, clérigos, representaciones de los vicios, animales monstruosos, sirenas, músicos o artesanos.

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La vieja aspiración del consistorio es habilitar un nuevo puente de acceso al centro de la ciudad que aleje el tráfico. El Estado se ha mostrado dispuesto a colaborar en la ordenación del entorno, pero ha exigido que el Gobierno foral participe financieramente en la operación. El actual puente que conduce el tráfico rodado hasta la iglesia fue construido en 1892 y el Ayuntamiento tiene serias dudas sobre su estado de conversación.

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