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DÉCIMO CONGRESO DEL PARTIDO POPULAR DE CATALUÑA

Inmersión en la Barcelona modernista

José María Aznar y su esposa, Ana Botella, dedicaron la mañana de ayer a conocer parte de la Barcelona modernista. El presidente del Gobierno, dentro de lo que La Moncloa ha denominado su jornada cultural en Barcelona, hizo toda una inmersión cultural: en apenas dos horas se empapó de dos edificios claves del modernismo catalán.

Primero le llevaron a la Sagrada Familia, visita motivada por la celebración del Año Internacional Gaudí. De ahí, la comitiva presidencial se trasladó al Palau de la Música, diseñado por Lluís Domènech i Montaner, que actualmente amplía sus instalaciones.

Fue en el Palau donde Aznar celebró un almuerzo con representantes de las distintas empresas e instituciones que financian la Fundación del Orfeó Català, propietaria del edificio.

En la hora escasa que permaneció en la Sagrada Familia, el presidente del Gobierno tuvo ocasión de contemplar la fachada del Nacimiento -la única construida en vida de Gaudí-, las obras en el interior del monumento y el techo de la basílica.

Después, tras un rápido recorrido por el Museo Gaudí y por las escuelas del templo, el presidente y Ana Botella firmaron en el libro de honor del Año Internacional Gaudí.

Daniel Giralt-Miracle, comisario del Año Gaudí, ejerció las labores de cicerone de Aznar durante este recorrido, en el que no hubo tiempo de llegar a la fachada de la Pasión como estaba previsto, debido a lo apretado de la agenda de la jornada.

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Del templo, el matrimonio Aznar-Botella, acompañado por la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García-Valdecasas, se dirigió al Palau de la Música para conocer el estado de las obras de ampliación del edificio modernista.

El Ministerio de Cultura aporta 11,4 millones de euros de los 18 millones que costará la reforma de la obra emblemática del arquitecto Domènech i Montaner, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, y el presidente del Orfeò Català, Fèlix Millet, acompañaron al jefe del Ejecutivo durante el recorrido, que dirigió el arquitecto Óscar Tusquets, responsable de la ampliación. Tras la visita a las obras, los asistentes pudieron escuchar el primer concierto en los últimos 40 años del órgano del Palau, que actualmente está siendo restaurado.

La jornada cultural de Aznar finalizó en el mismo Palau con un almuerzo al que asistieron 20 comensales, la mayoría de ellos empresarios catalanes, entre ellos Enric Puig, Rafael del Pino, Enric Lacalle, Lluís Bassat, Artur Suqué y Leopoldo Rodés. Todos ellos tuvieron ocasión de degustar habas salteadas, costillas, crema catalana y cava.

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