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Pujol castiga a Bagà anulando una inversión tras enojarse por una protesta de los vecinos

Estaba previsto destinar tres millones de euros a conectar La Molina con Coll de Pal

El Departamento de Obras Públicas de la Generalitat anunció ayer la paralización de una inversión de tres millones de euros prevista para conectar la pequeña estación invernal de Coll de Pal, en Bagà (Berguedà), con La Molina, gestionada por la Generalitat. La anulación se produce cinco días después de que el presidente Jordi Pujol se enojara con un grupo de vecinos y entidades de Bagà que expresaban su desacuerdo con algunos aspectos del proyecto.

No le gustó al presidente la oposición de los ciudadanos de Bagà que, a través del Club de Esquí Coll de Pal, le entregaron un dossier en el que exponían su planteamiento y las firmas que habían reunido en contra de algunos aspectos del proyecto. Pujol ya advirtió de esta decisión a los miembros del club tras la breve entrevista que mantuvieron. 'Si hay miedo y no queda claro que esta inversión deba beneficiar a la comarca, no la haremos, y me comprometo a hacerla en otro lugar donde sea más útil', dijo Pujol. Enojado por la actitud de los vecinos, aseguró que La Molina no precisa de Coll de Pal y que el principal beneficiado de la operación era Bagà.

Ayer, la advertencia fue decisión. El Departamento de Obras Públicas anunció en un comunicado oficial: 'Felip Puig ha dado indicaciones para que se paralice la tramitación de un convenio que se debía firmar con el Ayuntamiento de Bagà para reconstruir el enlace de la estación Coll de Pal'. El departamento alega que se habían mejorado 11 puntos del convenio respecto a la propuesta inicial y entiende que el resto de las cuestiones que se plantean 'son inasumibles'.

La Generalitat se había comprometido a realizar una inversión de 3,14 millones de euros (algo más de 500 millones de pesetas) en el marco de la promoción y dinamización económica de la zona del Alt Berguedà. Estaba previsto construir un telesilla para ampliar el dominio esquiable y, según los estudios de la Generalitat, Bagà hubiera recibido 52.000 visitantes anuales.

La inversión en Coll de Pal había dividido a la población entre quienes la consideraban positiva y quienes mantenían que, tal como estaba configurado el proyecto, el principal beneficiado de la operación era la estación de La Molina, que es actualmente de titularidad de Ferrocarrils de la Generalitat, y no se preveían suficientes contrapartidas. El equipo de gobierno municipal, de CiU, se había mostrado favorable a la propuesta de la Generalitat.

El alcalde, Josep Maria Barrabés, explicaba ayer que la paralización de la obra le provoca 'desilusión y tristeza', a pesar de haber advertido a la población de que esta situación podía producirse. Barrabés pedía una reflexión conjunta a la población, a las entidades, a su misma corporación y a la propia Generalitat, y se lamentaba de que esta inversión se vaya a otra parte. El alcalde daba por perdidas las opciones tras asegurar que el convenio era 'mejorable' pero seguía siendo una oportunidad.

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