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Reportaje:FÚTBOL

Víctima de la intolerancia

Lennon, amenazado por católico, deja Irlanda del Norte, rival de España en la Eurocopa

No hay marcha atrás en la retirada de Neil Lennon del fútbol internacional. Católico norirlandés, de 31 años, el centrocampista del Celtic Glasgow luce los colores de su país desde 1994, pero esta semana dijo 'ya basta'. La última amenaza de muerte, tras una constante campaña de acoso sectario, motivó su ausencia, el pasado miércoles, del encuentro amistoso entre Irlanda del Norte y Chipre y su renuncia a las grandes competiciones. 'No creo que vuelva. Sería muy difícil. No quiero que mi familia sufra todo esto todo el tiempo', declaró ayer.

La puerta de Windsor Park, en Belfast, sigue abierta. Lennon es uno de los jugadores de más peso en la selección norilandesa y, aunque su decisión se acepta y comprende, la afición aún no ha perdido la esperanza. 'Necesitamos a Neil Lennon cuando juguemos contra España en octubre. La gente cambia de opinión y espero que él también lo haga', ha comentado Jim Boyce, presidente de la Asociación de Fútbol Irlandés. Ambas selecciones tienen pendientes los dos partidos eliminatorios de la clasificación para la Eurocopa del 2004. El 10 de octubre en España y el 11 de junio en Irlanda del Norte.

En algunos círculos se interpreta la renuncia del jugador como un triunfo del terrorismo
Más información
El amenazado de muerte Lennon deja la selección norirlandesa
Tema:: El conflicto del Ulster
Contexto:: El enfrentamiento civil en Irlanda del Norte

Lennon es una víctima más del sectarismo que entorpece el progreso del proceso de paz irlandés. Nació en Lurgan, un confictivo enclave norirlandés, donde aún reside su familia, y fichó con 16 años por el Manchester City. Jugó por otros equipos ingleses, incluido el Leicester City, y se vistió en 40 ocasiones la camiseta de Irlanda del Norte sin despertar el odio de los radicales protestantes, que tal vez ni siquiera se habían apercibido de su cuna católica. Pero su traspaso, en diciembre del 2000, al Celtic Glasgow, equipo insignia de los católicos irlandeses y escoceses, desató la fiebre sectaria.

Dos meses después, el jugador fue abucheado cada vez que tocó el balón en el encuentro entre su selección y Noruega. Pintadas con Lennon RIP junto a dibujos de un hombre ahorcado comenzaron a aparecer en las calles norirlandesas. Tan sólo la persuasión del seleccionador de Irlanda del Norte, Sammy McIlroy, evitó entonces la dimisión del centrocampista.

Lennon esperaba con ilusión el partido del miércoles. Iba a estrenarse como capitán contra la selección de Chipre, pero una llamada telefónica a la BBC amenazándo de muerte a él y a su familia le robó la oportunidad. La Fuerza Voluntaria Lealista (LVF), en cuyo nombre se lanzó la amenaza, ha negado su responsabilidad, pero el daño estaba hecho. La imagen del fútbol irlandés se ha visto ensuciada una vez más.

La afición se ha volcado en Lennon, que ayer jugó con el Celtic, vencedor, 1-0, con un tanto de su goleador, el sueco Larsson, del Patrick Thistle. Políticos y comentaristas comprenden su negativa a poner en peligro su vida y la de su familia, su hija de 10 años entre ellos. Varios editoriales sugieren que el partido debería haberse suspendido y algun comentarista interpreta la renuncia del jugador como un triunfo del terrorismo. 'Lo correcto, lo macho, lo valeroso hubiera sido salir al campo y jugar', escribió ayer Tom Utley, en The Daily Telegrah. Es una crítica aislada que, al menos hasta la fecha, no se ha repetido en otros medios.

El sectarismo está quizá más extendido en el futbol escocés, donde la rivalidad entre el Celtic y el Rangers sigue creciendo con tintes religiosos. Pero todos los grandes jugadores norirlandeses han caido en el foco de mira de los grupos paramilitares. El protestante George Best recibió una amenaza del IRA en vísperas del encuentro contra España de noviembre de 1972. A partir de esa fecha, el famoso goleador solo jugó dos partidos más con la camiseta de su país.

Martin O´Neill, entrenador de Lennon en el Celtic, fue el primer capitán católico de Irlanda del Norte. Los hooligans lealistas y protestantes no le hicieron la vida sencilla a pesar de brindarles un triunfo aún recordado: la victoria contra España, en Valencia, durante el Mundial de 1982.

Lennon, con la camiseta norirlandesa.
Lennon, con la camiseta norirlandesa.AP

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