Temiendo las peores noticias

Dos cadáveres fueron encontrados por un transeúnte a las 13.30 (hora local) cerca de una pista aérea de la base militar de Lakenheath, a unos diez kilómetros de Soham. Al cierre de esta edición la policía no había confirmado aún que se tratase de Jessica y Holly, desaparecidas el pasado día 4, pero sí había suspendido la búsqueda de las niñas.

Una maestra de las pequeñas Jessica Chapman y Holly Wells y el conserje del instituto de secundaria de Soham fueron detenidos en la madrugada de ayer bajo sospecha de haber asesinado a las niñas desaparecidas 14 días antes. La pareja, tras una citación policial, se había presentado para ser interrogada. La policía, mientras, registraba su domicilio e incluso el del padre del conserje.

La profesora llegó a definir como 'ángeles' a las pequeñas ante los periodistas

La detención de ambos se produjo tras el hallazgo de 'objetos de gran interés' dentro del complejo del instituto, según confirmó ayer el detective Andy Hebb, encargado del caso.

Maxine Carr, de 25 años, y su novio Ian Huntley, de 28, fueron detenidos hacia las cuatro de la madrugada de ayer y conducidos a distintas comisarías del condado de Cambridge. La pareja conocía personalmente a las niñas, especialmente Maxine Carr, que era profesora de ambas en la escuela Saint Andrews durante el último semestre del curso. Su novio ejerce de conserje en el instituto de secundaria de la localidad, y la pareja se instaló en una vivienda dentro del recinto escolar a principios de año.

Ambos están detenidos bajo sospecha de asesinato, y en el caso de Huntley con el agravante de rapto, a raíz del hallazgo de 'artículos de máximo interés' en el instituto.

Carr y Huntley venían colaborando con la policía desde la desaparición de Jessica y Holly, hace dos domingos. Esa tarde, Huntley conversó con las niñas frente a la puerta de su casa, según informó personalmente a la policía y a los medios de comunicación. Su novia alegó en público que se encontraba en el baño en ese momento y que no vio, por tanto, a sus antiguas alumnas.

En entrevistas con la prensa, Carr se mostró compungida por la desaparición de las pequeñas, a las que llegó a describir como 'ángeles'. 'Son incapaces de hacer daño a nadie. La persona que las retiene las entregará en cuanto se familiarice con ellas', dijo entonces. 'Parece que se las ha tragado la tierra. No sé cómo han podido desparecer a plena luz del día', añadió su compañero.

Ambos se sumaron al resto de la comunidad de Soham durante los primeros rastreos de la zona. Colocaron el cartel de Desaparecidas en la fachada de su casa, igual que tantísimos vecinos. Huntley asistió incluso a las conferencias de prensa policiales que cada día se convocaban en su instituto.

Nadie sospechaba de la pareja, como tampoco se descubrió ningún dato extraño tras sendas investigaciones sobre su perfil profesional y humano a las que se habían sometido en su momento al solicitar sus respectivos puestos de trabajo. La normativa británica exige ese trámite a toda persona que quiera trabajar con menores.

'Estoy hundido', dijo ayer el director de la escuela de Jessica y Holly, Geoff Fisher. 'Carr era muy entusiasta y no nos dio ningún motivo de preocupación', añadió respecto a su empleada. 'Trabajaba bien y no hubo ningún atisbo de reserva personal hacia ella por parte de los profesores o alumnos', señaló Howard Gilbert, director del instituto, en relación a Huntley.

El cerco sobre los sospechosos se cerró el pasado viernes. Esa tarde, la policía les visitó en casa y trasladó poco después a la pareja a sendas comisarías, para recoger sus testimonios voluntarios como testigos. Incluso entonces el detective Hebb insistía en que los interrogatorios constituían una 'de las muchas líneas positivas' de la investigación. Esa normalidad del procedimiento pareció confirmarse cuando, siete horas más tarde, Ian y Maxine salían de las comisarías. Hasta que fueron detenidos de madrugada.

Exhaustivas inspecciones del terreno en que aparecieron los cadáveres, así como en el interior del complejo escolar, continuaban ayer en busca de pruebas que confirmen la autoría del doble crimen. La policía dispone ahora de un plazo máximo de 96 horas para presentar oficialmente cargo de asesinato contra los dos únicos sospechosos.

Hasta la tarde de ayer la comunidad de Soham aún mantenía la esperanza de recuperar con vida a las niñas. En los 14 días transcurridos desde su desaparición, era la primera vez que escuchaban a la policía hablar de asesinato, pero algunos todavía confiaban en que se tratara de un error reversible.

'El dolor que siente toda la población es muy profundo. Estamos abrumados con la noticia. Para la comunidad, resulta muy duro aceptar que dos personas de Soham están detenidas', manifestó el ministro protestante de Soham, Alan Ashton.