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Un resto de fibra textil implica a Carapelo en el crimen ocurrido en Álora

Los peritos de la Guardia Civil que analizaron las ropas y restos orgánicos aparecidos en el cañaveral de Álora (Málaga) donde fue hallado el cadáver de la joven Ana Elena Lorente en septiembre de 2000 aportaron ayer la única prueba de cargo contra Juan Navarro, Carapelo, uno de los tres acusados en el juicio por el asesinato de la joven.

Los peritos explicaron que, al analizar la ropa interior de la joven, encontraron un resto de fibra textil que resultó ser 'idéntica' a la extraída de un pantalón intervenido en casa del acusado, quien hasta ahora sólo tenía en su contra el testimonio del otro hombre acusado, Agustín Cortés, Cartucho, el único que ha reconocido ante el tribunal su participación en los hechos. Los agentes precisaron, con todo, que 'la fiabilidad del análisis de fibras nunca es tanta como las de las pruebas de ADN o las huellas dactilares'.

De la presencia de Cartucho en la escena del crimen se encontraron bastantes pruebas, como semen también en la ropa interior de la joven, que fue agredida sexualmente, o sangre de la víctima en un pantalón vaquero que se recogió durante el registro que la Guardia Civil llevó a cabo en su domicilio.

De la tercera acusada, Ana Gema García, no se hallaron rastros en la escena del crimen. García, que declaró tras ser detenida que había participado en el asesinato, cambió su testimonio en el juicio y aseguró que se había confesado culpable por indicación de una agente de la Guardia Civil que la había coaccionado, y que la noche que Lorente fue asesinada estaba en una discoteca de Málaga con unos amigos.

El miércoles, los amigos situaron la salida a Málaga una noche antes del asesinato de Lorente. Ayer, los guardias civiles que detuvieron y tomaron declaración a García negaron que la joven hubiera sido coaccionada. La versión de los hechos que se esfuerza en dibujar su defensor incide en que el cuerpo de Lorente fue trasladado después de su muerte.

Ayer por la tarde los testimonios de los vecinos de Álora que tras el crimen denunciaron la presencia de un hombre cargado con un saco cerca del lugar donde fue hallado el cuerpo desmontaron esa hipótesis al afirmar que el saco era 'más bien pequeño' y estaba lleno 'sólo a medias', por lo que no podía contener el cuerpo de una muchacha de 173 centímetros de estatura.

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Los guardias civiles que participaron en la investigación también contradicen esa versión. 'La policía científica determinó que Ana Elena Lorente murió en el cañaveral junto al Guadalhorce donde fue encontrada dos días más tarde', manifestó uno de los oficiales ante el jurado. Los investigadores aseguraron que, 'pese a estar convencidos de que la hipótesis correcta era que Ana Elena había sido asesinada en el lugar donde fue encontrada, se investigaron otras posibilidades'.

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