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El Gobierno asegura que no habrá impunidad

El jefe de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, Ricado Degastaldi, presentó ayer su dimisión ante el gobernador Felipe Solá por los graves hechos en las manifestaciones del miércoles. Es la primera cabeza que cae por unos hechos que involucran claramente a uno de los cuerpos policiales más desprestigiados de Argentina. Asimismo, la sede departamental de la policía en la localidad de Lomas de Zamora ha sido intervenida por orden superior.

Tanto el presidente Duhalde como el jefe de Gabinete Alfredo Atanasof se esforzaron por transmitir a la sociedad el mensaje de que no habrá impunidad. El presidente pidió la colaboración ciudadana y alentó a todo aquel que fue testigo de los hechos ocurridos en la estación de Avellaneda que colabore con la justicia. 'Debemos perder el miedo', dijo Duhalde. La juez encargada de la investigación ha garantizado el anonimato de los testigos. Pero la palabra Bonaerense, referida a la Policía de la provincia de Buenos Aires, es sinónimo de temor y corrupción.

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Puntos oscuros

Miembros de la Coordinadora de Desocupados Aníbal Verón, convocante de la protesta del miércoles, aseguraron ayer a este diario que varios de los comerciantes y vendedores ambulantes de la estación de Avellaneda han recibido amenazas para que eviten hacer declaraciones. La investigación tiene numerosos puntos oscuros y tendrá que descifrar abundantes interrogantes. El inicio no ha sido muy alentador. El fiscal Juan José González, encargado de la causa, trabajó durante años en la Policía de la provincia de Buenos Aires. Asimismo, las armas de los efectivos que actuaron en la represión de Avellaneda fueron incautadas para ser investigadas con 24 horas de retraso, lo que alimenta la sospecha de que en dicho lapso podrían haberse alterado algunas de las actas de reparto del armamento.

'No basta con responsabilizar a los autores materiales. Hay alguien que les da las órdenes para disparar balas de plomo', subrayó Daniel Estraga, abogado de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi). 'La historia argentina está llena de políticos, desde Yrigoyen en la Patagonia rebelde hasta lo de anteayer, que dicen vaya y haga, vaya y reprima, o vaya y despéjeme la plaza. Aquí hay responsables políticos', agregó.

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Por otra parte, ayer se supo que las protestas populares en Argentina consistentes en bloquear calles y carreteras alcanzaron en este primer semestre del año la cifra de 1.609, récord histórico, según un informe de una consultora privada. El mismo periodo del año pasado fueron 447.

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