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El PP dejará en minoría a Pujol si CiU no se decanta a favor de Aznar en el debate de la nación

Los nacionalistas catalanes rechazan el adelanto electoral y se consideran víctimas del Gobierno

El PP pasará un examen de lealtad a CiU durante el debate sobre el estado de la nación, que se celebrará los días 15 y 16 de julio. El Gobierno ha trasladado en privado a dirigentes de CiU que está 'muy incómodo' por los 'insultos' y 'desplantes' de la federación catalana ante los proyectos más importantes de esta legislatura. Y eso 'tras haberles ofrecido entrar en el Ejecutivo sin condiciones', según destacan altos cargos del PP. También han comunicado su rechazo al tratamiento de TV3, la cadena autonómica catalana, 'a favor de la huelga y del socialista Pasqual Maragall'.

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Si el PP no se convence de un cambio de actitud de CiU aprovechará el inicio del curso en septiembre para dejarles en minoría en el Parlamento catalán. PP y CiU barajan ya sus posibilidades ante un adelanto electoral.

El órdago del PP a CiU tiene un plazo de ejecución: el próximo debate sobre el estado de la nación. Javier Arenas, secretario general del PP; trasmitió el lunes por la mañana el malestar con CiU por un 'cúmulo de circunstancias, insultos y ambigüedades calculadas' ante proyectos tan relevantes como la ley de Partidos Políticos, el Pacto Antiterrorista, la Ley de la Estabilidad Presupuestaria y finalmente 'el jaleo' de la huelga general. Arenas trasladó su queja por la tarde a Xavier Trias, portavoz de CiU en el Congreso. La conversación de pasillos en la Cámara fue corta y nada tibia.

Arenas confirmó a Trias 'la gravedad y seriedad' del malestar del Gobierno con CiU. 'Incomodidad' que reiteró a Trias en la mañana de ayer el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, con el que se reunió para pactar un sistema de trabajo conjunto con Coalición Canaria de cara al Debate de la Nación. El PP intenta evitar la sensación de soledad política en el Congreso en este momento de confrontación. Y cuenta para superar esa barrera con la alianza de CiU, que en la tarde de ayer no podía precisar cómo se expresará en ese debate.

La dirección del PP ha transmitido a CiU su reprobación por el sesgo a favor de la huelga dado por los informativos de la televisión autonómica catalana y en especial sus telediarios. CiU ha respondido al PP que ellos no controlan TV3 como el Gobierno sí controla TVE.

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Trias subrayó ayer que su formación 'no tiene ningún interés' en un 'adelanto' electoral en Cataluña, que tiene previstos sus comicios para el otoño de 2003, aunque tampoco temen esa posibilidad. En CiU constatan, en ese sentido, que a su candidato, Artur Mas, 'no le vendría nada mal presentarse ante el electorado en el papel de víctima del Gobierno central, como le sucedió en su día al PNV en el País Vasco'. Ayer Mas y otros dirigentes de CiU reafirmaron su voluntad de no anticipar las autonómicas en Cataluña, tal y como le reclamaron desde la izquierda.

Apoyos en Cataluña

Si el PP no encuentra apoyo de CiU en el Congreso, se dedicará a partir de entonces a negociar punto a punto cada nuevo proyecto de ley para Cataluña o no apoyar ninguno. CiU no sabe aún si aguantaría el último año en solitario o anticiparía los comicios. El PP dispone de encuestas internas que le ofrecen su mejor resultado en esa comunidad (ahora sólo 12 escaños) ya sea Alberto Fernández o Josep Piqué el candidato.

Con todo, Trias aseguró que CiU no romperá su tradición ideológica 'nacionalista y de amplio contenido social' por mucho que presione el PP. Y a pesar de las amenazas cruzadas, Mas volvió ayer a tender la mano a los conservadores tanto en el Parlamento catalán como en Madrid: 'No podemos cerrar la puerta a la colaboración con el Gobierno central. No conduciría a ninguna parte. Nosotros no entendemos la política como una venganza', manifestó. A la vez, Mas se mostró dispuesto a negociar con el PP tanto los Presupuestos Generales del Estado para 2003 como los de la Generalitat.

El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, terció en esta polémica para destacar la cada día más creciente soledad de José María Aznar por su manera 'despótica y autoritaria' de ejercer el poder.

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