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LA NUEVA REFORMA FISCAL

Montoro cifra en 3.600 millones de euros la rebaja del IRPF en dos años

Doble deducción por trabajo si se acepta un empleo en otro municipio

La rebaja del IRPF que entrará en vigor en 2003 será menos importante que la de 1999. Si se cumplen las previsiones de Hacienda, los contribuyentes se ahorrarán en dos años 3.600 millones de euros, cuando la anterior reforma supuso 5.000 millones. El ministro Cristóbal Montoro negó ayer que con esta inyección de dinero se quiera compensar el coste social de la reforma que endurecerá el seguro de desempleo. El nuevo IRPF duplicará durante dos años las deducciones por trabajo para los parados que acepten un empleo que implique cambio de residencia y para los mayores de 65 años que permanezcan en activo.

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El ministro de Hacienda hizo ayer una nueva entrega de la reforma del IRPF, que entrará en vigor en 2003, a través de las retenciones y se declarará a mediados de 2004. Aún no ha hecho público un texto completo -el Gobierno aprobó el pasado viernes un primer informe- y tampoco se conoce el efecto de la reforma de 1999 por tramos de renta.

Según Montoro, el ahorro para los 15 millones de contribuyentes del IRPF será de 3.600 millones de euros entre el año que viene y el siguiente. El primer año se disfrutará del 80% a través de las retenciones, y el segundo, del 20%. La reforma de 1999 supuso un ahorro de 5.000 millones de euros, pero la previsión inicial fue muy inferior, unos 3.000 millones de euros. Entonces el tipo máximo bajó del 56% al 48%, y el mínimo, del 20% al 18%.

Ahora es mayor la reducción que se hace del tipo mínimo (del 18% al 15%) que la del máximo (del 48% al 45%), lo que afectará a más contribuyentes con un coste para Hacienda seguramente mayor. Reducir un punto por la parte baja de la escala cuesta siete veces más que recortarlo por arriba, según cálculos de Hacienda. Pese a todo, la previsión oficial es que esta reforma sea más barata para Hacienda que la anterior y que el efecto inducido en el crecimiento económico reduzca el coste neto a dos décimas de PIB en 2003 (unos 1.300 millones de euros), más otra décima en 2004.

El reparto de esos 3.600 millones de euros que se van a ahorrar los contribuyentes según el tramo de renta en que se encuentren se conoce de forma parcial. Los datos difundidos ayer se paran en 30.050 euros, sin llegar siquiera a la parte alta de la escala, situada en 45.000 euros. El argumento del ministro de Hacienda es que con más de 30.050 euros de ingresos anuales sólo se encuentra el 8,72% de los declarantes.

La mitad de las personas que declaran el IRPF gana menos de 12.000 euros al año y, según Hacienda, se van a ahorrar un 38,14% en su cuota líquida (lo que se paga), y los de más de 30.050, un 6,39%. La reforma penaliza a las rentas medias (entre 30.000 y 45.000 euros) porque no recuperan siquiera la inflación de los últimos tres años (el 10,8% desde enero de 1999 hasta marzo de 2002). Los que ganan más de 67.000 euros saldrán ganando porque pasan del 48% al 45%, aunque el efecto de este salto en reducción de cuota no ha sido facilitado.

Tampoco los mínimos personales, por hijos, ascendientes, minusválidos o trabajo recuperan en general el efecto de la inflación, salvo algunos colectivos concretos. Por ejemplo, en la reducción por rentas del trabajo (entre 2.400 y 3.500 euros al año) se da un incentivo nuevo para personas mayores de 65 años que se mantengan activas. También para los parados que acepten un empleo que les obligue a cambiar de residencia en otro municipio. La reducción se duplicará, beneficio que se podrá disfrutar durante dos años en el caso de los parados.

Cristóbal Montoro negó ayer que la rebaja del IRPF pueda considerarse un paliativo de la reforma del desempleo que prepara el Gobierno. Montoro insistió a los sindicatos en que con esta nueva reforma laboral no se buscan 'ahorros presupuestarios' y que el único objetivo de la rebaja fiscal es 'favorecer el empleo y permitir la conciliación de la vida laboral y familiar'.

En contra de lo que se anunció en reiteradas ocasiones, el nuevo IRPF no incluirá el descuento a los parados que acepten un empleo. Si se llega a aplicar esta medida (se podrá seguir cobrando parte del subsidio cuando se acepte un empleo de baja remuneración) la financiación correrá a cargo del Inem; es decir, se pagará con cotizaciones sociales y no con impuestos.

En cambio, el Gobierno ha decidido favorecer la participación de los trabajadores en el capital de las empresas. Las llamadas opciones sobre acciones tendrán un mejor trato fiscal, ya que el límite aumentará de 3.000 euros anuales a 12.000 y el pocentaje de reducción se elevará del 30% al 40%. En los casos de planes que se hagan para toda la plantilla y en función de la antigüedad, la reducción se podrá aplicar sin límites.

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