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Putin defiende una gran liberalización económica en el Parlamento ruso

El presidente de Rusia quiere 'cambiar el sistema de trabajo de las instituciones'

Pilar Bonet

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, afirmó ayer su voluntad de liberalizar y dar más dinamismo a la economía de su país, pero evidenció que no tiene instrumentos para ello o no sabe manejarlos. En su tercer discurso anual sobre el estado de la nación desde su elección como presidente, en 2000, Putin se desmarcó de las responsabilidades por los errores cometidos y las decisiones no tomadas en su país.

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Putin dio a entender, sin precisar más, que los culpables son la burocracia y el aparato funcionarial, dos de los males tradicionales de la reforma en Rusia, también invocados en época soviética. 'Lo principal ahora es crear las condiciones para que los ciudadanos de Rusia puedan ganar dinero', dijo Putin ante las dos cámaras de la Asamblea Federal (el Parlamento ruso) reunidas en el Kremlin para escucharlo. Con el fin de que los ciudadanos puedan tener 'beneficios', Putin consideró prioritario 'cambiar el sistema de trabajo de las instituciones estatales'. El presidente, que ya se había quejado el año anterior de la capacidad del aparato del Estado para multiplicar el número de sus funcionarios, se quejó ahora de la capacidad obstruccionista de un 'aparato estatal torpe e ineficaz', no cualificado para resolver tareas modernas.

'Rusia necesita de fines más ambiciosos', dijo el presidente refiriéndose a los pronósticos de crecimiento económico para los próximos años, que se sitúan entre el 3,5% y el 4,6%. Putin, que ha expresado su deseo de obtener un 8% de crecimiento anual, criticó a su Gobierno por su 'baja valoración de las posibilidades de Rusia' y por su pasividad.

La organización del trabajo del aparato estatal propicia la corrupción, señaló Putin, según el cual este fenómeno es 'una consecuencia directa de las limitaciones de las libertades económicas'. 'Cualquier barrera administrativa se supera mediante sobornos, y cuanto más elevada es la barrera tanto mayores son los sobornos y tantos más son los funcionarios que los aceptan'. Putin garantizó que se mantendrá la reducción al 13% del impuesto sobre las personas físicas e hizo especial hincapié en la necesidad de reducir la carga fiscal que pesa sobre la pequeña y mediana empresa. La ley a este efecto está todavía en el Gobierno, donde es objeto de una enconada lucha. En su forma más revolucionaria, la nueva ley reduciría la carga fiscal sobre los pequeños empresarios al 20%. Putin advirtió ayer del peligro de que el espíritu inicial de la ley puede ser desvirtuado.

El presidente reconoció que el Estado ruso no sabe todavía cuál es su patrimonio y abogó por el ingreso de Rusia en la Organización Mundial de Comercio (OMC), con el fin de defender sus intereses y participar en la elaboración de las reglas que rigen en el mercado mundial, un proceso del que actualmente está excluida. La OMC es un 'instrumento', dijo Putin, que formuló una estrategia de preparación para integrarse en la OMC que incluye 'la revisión de las medidas de apoyo del Estado a las empresas' y la adaptación a las exigencias de la organización.

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Lucha contra el extremismo

Refiriéndose al 'incremento del extremismo' y a la proliferación de grupos fascistas violentos, el presidente prometió que en breve plazo presentará a la Duma un proyecto de ley para luchar contra este fenómeno. Putin había hecho ya esta promesa el año pasado.

En el mundo, la 'competencia' tiene 'carácter global', por lo cual Rusia tiene que 'luchar por sí misma' para asegurarse un lugar 'al sol económico' en un mundo indiferente, donde nadie va a luchar con ella, pero tampoco nadie va a ayudarla, señaló el presidente.

Rusia continuará colaborando con la Unión Europea para formar un 'espacio económico único', dijo Putin, según el cual el fin más importante de la política exterior es asegurar la estabilidad estratégica en el mundo.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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