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La batalla de Gardez pone a prueba la alianza interétnica afgana

La Administración Provisional afgana ha duplicado en los dos últimos días el número de combatientes locales que apoyan a las fuerzas de EE UU para erradicar a los reductos talibanes y de Al Qaeda de la provincia de Paktya. La introducción en la batalla de soldados tayikos procedentes del norte del país se ha convertido en una prueba crucial para el nuevo Afganistán. Dado que la región en la que se desarrollan los combates es mayoritariamente pastún, se trata de ver si ambos grupos serán capaces de luchar juntos y dejar atras siglos de prejuicios y rivalidades.

La semana pasada, señores feudales de todos los rincones de Afganistán viajaron a Kabul y se comprometieron a cooperar en la creación de un nuevo Ejército nacional de carácter multiétnico.

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'Cómo cooperemos los norteños y nosotros dará una primera indicación de cómo funcionará nuestro Ejército nacional', señaló en Gardez el comandante pastún Mahmud Pupal, de la vecina provincia de Logar.

El ministro de Defensa, Mohamed Fahim, y otros tayikos del partido Jamiat-i-Islami dominan la Administración Provisional afgana, lo que hace que políticos de diferente origen étnico teman que el futuro Ejército sólo consolide su preponderancia y deje de lado a la mayoría pastún del país. Los tayikos son el núcleo de la Alianza del Norte que durante años luchó contra los talibanes.

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