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Madrid tendrá una 'ley seca' que prohíbe consumir alcohol en la calle

El incumplimiento de la norma se sancionará con trabajos comunitarios

Antonio Jiménez Barca

El Gobierno regional de Madrid ha redactado un proyecto de ley que prohibirá beber alcohol en la calle. Constituirá un arma legal para que los ayuntamientos luchen contra el botellón, práctica que llevan a cabo en la capital 15.000 jóvenes cada fin de semana. La Comunidad de Madrid calcula que la ley entrará en vigor antes del verano. Las sanciones para los que incumplan esta norma -sean menores o no- no acarrearán multas. El que beba alcohol en la calle será sancionado con 'trabajos en beneficio de la comunidad'.

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El presidente del Gobierno regional madrileño, Alberto Ruiz-Gallardón, del PP, puso un par de ejemplos de 'trabajos en beneficio de la comunidad': limpiar la calle o cuidar ancianos.

La prohibición de beber alcohol en la vía pública se enmarca en el Proyecto de Ley sobre Drogodependencias y otros transtornos Adictivos, elaborada por la Consejería de Sanidad. Según Ruiz-Gallardón, esto tiene su explicación: 'Es un proyecto de ley que, sobre todo, apunta a la salud: la salud de los menores amenazados por el alcohol. Es el primer derecho que intentamos defender'.

Con este proyecto de ley, la Comunidad de Madrid se sumará a otras autonomías españolas que ya prohíben beber en la calle: Cantabria, Castilla y León y Cataluña. Y se anticipa a una ley estatal que prohibirá el consumo de alcohol en la vía pública en toda España, según adelantó el ministro del Interior, Mariano Rajoy, el pasado febrero.

La norma elaborada por el Gobierno madrileño no sólo se ocupa de regular el consumo de alcohol en la vía pública. También incide en los locales donde se pueden adquirir este tipo de bebidas. Cuando entre en vigor, no se podrá comprar alcohol ni en gasolineras ni en áreas de servicio ni en máquinas expendedoras automáticas.

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En los autoservicios, la venta de alcohol se llevará a cabo en lugares concretos, reservados y presididos por un cartel en el que rece expresamente la prohibición de vender este tipo de bebidas a los menores de 18 años. En las grandes superficies comerciales, el Gobierno regional exigirá controles especiales para que ningún menor de esa edad pueda adquirir alcohol. No quedan ahí las restricciones: en ningún lugar se pondrá vender alcohol en horario nocturno, exceptuando bares o locales en los que las bebidas se ingieran en ese sitio. En este apartado se incluye la venta 'a distancia'. Si el ayuntamiento en cuestión no ha arbitrado, por medio de una ordenanza, qué horas son las que engloban este horario nocturno, la Comunidad lo hará: de 10 de la noche a ocho de la mañana.

Además, el Gobierno regional exigirá, a todo establecimiento que pretenda vender alcohol, una 'segunda licencia'. Esto es, a partir de la entrada en vigor de la ley todo local que expenda bebidas alcohólicas para no ser consumidas en el acto en el establecimiento mismo deberá obtener, en seis meses, un nuevo permiso municipal. Esta nueva licencia significará un torpedo en la línea de flotación de la mayoría de establecimientos de alimentación, muchos regentados por orientales, que expenden ahora alcohol a menores y que, de hecho, son la principal fuente de abastecimiento de los practicantes del botellón.El Ayuntamiento correspondiente será el encargado de otorgar o denegar la correspondiente licencia. La Comunidad, en el proyecto de ley, también ha previsto que los municipios acoten determinadas zonas 'prioritarias' en las que, según precisó ayer el presidente Ruiz-Gallardón, 'la saturación de estos establecimientos puede significar la denegación de esta segunda licencia'. Contravenir esta norma, esto es, vender alcohol sin permiso, podrá acarrear multas millonarias.

El nuevo proyecto de ley también prohibirá a los menores de 18 años comprar tabaco (ahora, la edad límite es de 16 años en Madrid) y entrar en discotecas donde se sirvan bebidas alcohólicas. Actualmente podían entrar, pero no consumir.

Los vecinos, cautelosos

Carlos Priego, portavoz de la Asamblea del barrio madrileño de Malasaña, uno de los más afectados por el fenómeno del botellón, acogió ayer con cautela el Proyecto de Ley que prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública. 'Estamos de acuerdo con la medida, pero esperaremos a conocer el desarrollo de la ley', comentó. El representante vecinal se mostró especialmente a favor de la medida que obliga a los médicos a avisar a los padres cuando atiendan a menores con síntomas de intoxicación etílica. 'Nosotros también proponemos que los padres corran con una parte de los gastos sanitarios que acarrean los comas etílicos', aseguró. Sin embargo, Priego matizó que 'la represión no es la única vía' y que esperan que la medida 'se flexibilice cuando se normalice la situación'.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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